por Marcelino Calle.
La economía de hoy trabaja bajo pedido o al
menos teniendo muy presente la demanda, hasta hoy había un cierto equilibro
entre el trabajo y la demanda, todo esto se ha roto por una razón que casi
nadie esperaba, los robots (que son los hoy fabrican y mañana lo harán aún mas)
no son, ni nunca lo serán, una demanda solvente.
Estamos en un callejón sin salida y por eso
el sistema debe cambiar y lo tiene que hacerlo para mejorar, pasar de un
sistema donde cualquier empresa a lo largo de toda su vida tiene una única
obsesión: conseguir trabajo, tener una cartera de pedido bien surtida, salvo
excepción, esta es la preocupación de los directivos de cualquier empresa,
siempre sin perder de vista la calidad del producto y a la competencia.
Es un sistema estresante para todos los
niveles, en un reportaje de estos días comentaban sobre las extenuantes
jornadas laborales que estaban obligados a cumplir los operarios en la
república de China, para mantener la competitividad de sus productos y dieron
un dato que me pareció escalofriante, en último año habían muerto por estrés
más de 600.000 chinos, evidentemente esto no es trabajar para vivir, esto es
trabajar para morir, nunca mejor dicho, y mientras esto sucede en otras parte
del mundo hay millones de personas, de hombres y mujeres perfectamente
capacitados que todos los días salen de sus casa mendigando un puesto de
trabajo, sin importar apenas las condiciones y los bajos sueldos. Si esta
situación es lógica, que venga Dios y lo vea.
A mi juicio, que trato de mantener los pies
sobre el suelo, porque no demando un cambio radical, siempre propongo
simplemente una orientación, hacia donde debería ir la nueva economía y cuáles
son los objetivos que nos deberíamos proponer. Pues bien el sistema económico
ideal tendría que contar primero con una planificación global, señalando que
producir, cuanto producir y donde producir, no estoy proponiendo volver a la
experiencia bolchevique, pero si hacia una cierta racionalización, las patatas
hay que sembrarlas en Vitoria y el trigo en Palencia y no al revés, solo
demando un poco de sentido común, sugiero que sería conveniente que algún
organismo se ocupase de orientar en este sentido para evitar excedentes y
lagunas en el abastecimiento. Lo dicho
se tiene que compaginar con el extraordinario aporte que puede y debe ofrecer
la iniciativa privada y todo ello en un régimen democrático donde las
actuaciones personales e institucionales se desarrollen en plena libertad.
Comprender
lo que planteo, partiendo de la situación actual, puede ser difícil, pero más
difícil es comprender la situación actual,
un montón de personas que el sistema obliga a estar inactivas y una parte de la sociedad pasando
hambre y con las necesidades básicas sin cubrir, es una situación de ciencia
ficción, más propias de mentes enfermas que de una realidad lógica y sin
embargo es lo que hay.
Termino
con una cita de Jorge Valín:
“El destino de nuestras vidas se ha visto afectado por un gobierno global que no
tiene sede en ninguna parte, nadie conoce, apenas disfruta de estructura, que
se ha ido construyendo sin intención expresa ni plan alguno.”
Aun a riesgo
de equivocarme, yo la completaría diciendo que este gobierno en la
sombra, se ha rodeado de unos sicarios económicos y políticos que tienen
una doble función, por un lado son su soporte, su gente de confianza, sus
testaferros, aquellos que lavan sus conciencias, y por otro pastorear al pueblo, para que acepte
su empobrecimiento hasta privarle muchas veces incluso de su dignidad.
Portugalete, 26 de agosto de 2013.
FIN ARTÍCULO
Desde luego este articulo, tanto en su primera como en su segunda parte constituyen un analisis acertado y muy ceñido a la autenticidad de lo que ha ocurrido con la situacion economica.
ResponderEliminarDesgraciadamente, a pesar de tanto "analista economico" y entendidos que hay por ahí, no habia leido hasta ahora nada mas ajustado a la realidad.
Es necesario que se asuman los hecho con la objetividad que se refleja aquí para poder poner las bases para una recuperacion real de la situación.