jueves, 20 de julio de 2017

Los proyectos en adultos mayores




Ciano Natalia
Docente de la Facultad de Psicología, UNLP
Mirta Gavilán
Doctora en Psicología.
Profesora Facultad de Psicología, UNLP

La actual distribución demográfica indica un incremento del envejecimiento poblacional en el mundo y en nuestro país; esto genera un gran interés y preocupación en el tema, ya sea desde los sectores que estudian las tendencias demográficas como en aquellas personas responsables de garantizar y sostener la calidad de vida de los Adultos Mayores (Fernández-Ballesteros, 2007; Staffolani, Orlando & Enria, 2006; Tamer, 2008). El nuevo paradigma en torno al envejecimiento y a la vejez apunta a la plena realización de todas las dimensiones del ser humano, no sólo a un buen estado de salud, sino a la participación social, a la realización personal, etc. Es por ello que el término elegido para designar este nuevo modelo es "Envejecimiento Activo". Dicho concepto fue introducido en el Plan de Acción sobre Envejecimiento 2002. Desde la Organización Mundial de la Salud se sostiene que si se quiere hacer del envejecimiento una experiencia positiva, una vida más larga debe ir acompañada de oportunidades continuas de autonomía y salud, productividad y protección. Se define al envejecimiento activo como el "proceso por el cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez" (OMS, 2002: 79). El término "activo" refiere a una implicación continua en cuestiones sociales, económicas, espirituales, culturales y cívicas, no sólo a la capacidad para estar físicamente activo.
Ahora bien, teniendo en cuenta estos lineamientos y el aumento de la expectativa de vida surgen los siguientes interrogantes ¿Cómo elaboran los nuevos proyectos los adultos mayores?, ¿cómo se utiliza el tiempo libre, luego del retiro laboral?, ¿qué tipo de preparación u orientación se le ofrece al jubilable, o a quienes no han circulado por el sistema educativo y/o laboral, para elaborar nuevos proyectos?
Debido a la carencia en nuestro país de políticas de orientación para el retiro o para la generación de nuevos emprendimientos se instala como problema a investigar cómo resuelven la elaboración de nuevos proyectos los adultos mayores que han pertenecido al sistema formal de trabajo y aquellos que se han mantenido fuera de él.
Al haberse extendido la esperanza de vida, restan muchos años luego de la jubilación en los que se dispone de mayor tiempo libre. Sin embargo, debido a la pérdida de un proyecto laboral, que seguramente ha abarcado gran parte de la vida, se producen reorganizaciones en la constitución de la identidad personal y ocupacional, lo cual requiere elaborar cuestiones relacionadas con la pérdida de un lugar social de pertenencia, del ámbito socializador del trabajo y fundamentalmente la posibilidad de elaborar nuevos proyectos. Aisenson plantea que "la manera en que el individuo sobrelleve esta etapa del ciclo de vida dependerá de la identidad que logró constituir y del apoyo social recibido (...) así como de las posibilidades de construir y redefinir proyectos, a partir de la visualización de los propios recursos y la movilización de estrategias que permitan ponerlos en marcha"  (Aisenson, 2002:113).

domingo, 9 de julio de 2017

Las pensiones del futuro




Mario Cugat i Leseurs
Presidente de FATEC
(Federación de Asociaciones de
Gente Mayor de Catalunya)

Entendemos que, sobre todo a partir de la década de 2040, la sociedad catalana, la española y, probablemente, la europea se hallarán, con gran probabilidad, con cinco circunstancias destacadas:
  • Un número de ciudadanos de más de 65 años del orden de los dos millones y medio en Cataluña y de los trece millones en todo el Estado, la mayoría de ellos pensionistas, con una esperanza de vida restante certera próxima a los veinte años, con buena salud, activos, muy culturizados, bien preparados profesionalmente y con un espíritu dinámico, a quienes no se podrá tener aparcados sin hacer nada y a quienes habrá que proporcionar una salida sociológica para mantener una buena salud mental individual y colectiva.
  • Ciudadanos que habrán generado derecho a pensión de jubilación u otras y a la prestación de los servicios sociales vigentes, y todo ello deberá cubrirlo y atenderlo la sociedad del momento.
  • En una sociedad hedonista como es la europea, la gente demandará cada vez más y más servicios y prestaciones sociales, sanitarias, culturales y de todo tipo, pero las limitaciones presupuestarias, derivadas de la dificultad de incrementar la presión fiscal, evitarán que estas demandas puedan ser atendidas debido a la insuficiencia económica de las administraciones públicas.
  • La elevada cantidad de jubilados, junto con la dificultad de incremento fiscal, hará que las pensiones del futuro deban basarse en la cotización de toda la vida laboral y en otras medidas complementarias para mantener la sostenibilidad del sistema. Ello significa que las pensiones serán, en porcentaje, inferiores a las actuales y más insuficientes aún.
En consecuencia, es previsible una tensión social derivada, por una parte, de jubilados insatisfechos de su nivel económico y, por otra, de una ciudadanía con necesidades y demandas viejas y nuevas, lo que obligará a encontrar soluciones imaginativas con el fin de atenderlas y rebajar la presión social.