domingo, 24 de noviembre de 2019

La esclavitud no se abolió



Pedro Zarrageta
Sojourn University

Segun Mark D. Welton, Portugal abolió la esclavitud en 1773 (pero no de inmediato en sus colonias), mientras que Dinamarca eliminó completamente la esclavitud en 1792. Francia lo hizo en su país y en sus colonias en 1794, aunque determinadas normas del Código Napoleón restauraron la esclavitud en las colonias, por un período. España abolió la esclavitud en su constitución de 1812, constitución que no sirvió para nada al no admitirla el rey Fernando VII, por lo que hubo que esperar a la constitución de 1837 con Isabel II.
Las ex colonias españolas en el Hemisferio occidental siguieron el ejemplo cuando ganaron su independencia. Suecia abolió la esclavitud en 1813, y los Países Bajos lo hicieron en 1814. En Inglaterra, el emergente sentimiento en contra de la esclavitud motivó la decisión judicial del presidente de tribunal supremo de 1772, basado en el antiguo mandato de hábeas corpus, en el sentido de que cualquier esclavo que entrara a Inglaterra era una persona libre. En 1808, el Parlamento había decretado que ningún barco inglés podría transportar esclavos hacia o desde cualquier puerto británico, y en 1833, abolió la esclavitud en todos los territorios británicos. La esclavitud fue abolida en Rusia en 1861 y en Brasil (una ex colonia portuguesa) en 1888. A fines del siglo XIX, la mayoría de los otros estados europeos y sus ex colonias prohibieron la esclavitud en sus leyes internas. Aunque la importación legal de esclavos africanos se acabó en EUA en 1808 y la esclavitud fue ilegalizada en numerosos estados a principios del siglo XIX, ésta continuó predominantemente en las áreas sureñas y por razones económicas hasta la década de los años 1860, cuando la enmienda 13 de la constitución declaró que “ni la esclavitud ni la servidumbre involuntaria existirá en EUA, ni en cualquier lugar sujeto a su jurisdicción, salvo como pena por un crimen debidamente juzgado. Luego vino la guerra de Secesión entre otras razones por este mismo motivo.
¿Cuál fue el motivo para estas aboliciones de la esclavitud? Pues que a partir de 1750 y a lo largo de todo el siglo XIX, el crecimiento de la población mundial se acelera y se hace continuo. Este cambio se debe al aumento de la población de Asia y, sobre todo, de Europa, que inicia su transición demográfica, a pesar de la emigración hacia América. En efecto, en razón del progreso agrícola y de los progresos en la medicina, la mortalidad baja, mientras que, al mismo tiempo, la natalidad permanece elevada. El crecimiento natural aumenta con fuerza. Por esta "explosión demográfica",  Europa pasa de 125 millones de habitantes en 1700 a 400 millones en 1900, convirtiéndose así en una de las regiones más pobladas del mundo.
Resultado de ello fue la facilidad de encontrar mano de obra, y además mano de obra barata. Esto produjo en hundimiento del mercado de esclavos. Los esclavos eran una mano de obra muy cara frente a la que se podía obtener en la calle. En primer lugar eran una inversión, había que comprarlos. Había que alimentarlos y darles cobijo. Había que vigilarles para que no se escapasen. Lo que conducía tener que pagar vigilantes que no eran productivos para la labor para la que se tenían los esclavos. No eran productivos cuando enfermaban, se hacía viejos o las mujeres parían y tenían que amamantar. Era preferible salir a la calle y contratar al que pasase por una cantidad ínfima. El comer, el alojamiento, etc era problema de él, no de su dueño que se tenía que convertir en su cuidador. Y cuando se encontraba enfermo, o débil, no se le contrataba. Había exceso de personas que tenían que vivir y dispuestas a trabajar por cualquier cantidad. Este ha sido el sistema que aún se usa en pueblos y ciudades de nuestro país para contratar
Y ese fue el final de la esclavitud lo que conduce a que la esclavitud no ha terminado, solo se ha transformado. Y ahora se llama capitalismo.
Referencias
Mark D. Welton, profesor de derecho internacional y comparativo en la Academia Militar de EUA en West Point, Nueva York. Una breve historia de la esclavitud. Military review. Mayo-Junio 2008
Military Review es la Revista Profesional del Ejército de EUA, cuya misión es servir de punto de partida para el desarrollo de ideas. Su objetivo es estimular el pensamiento sobre asuntos de importancia para la comunidad castrense y someter la doctrina del Ejército a un continuo análisis crítico con miras a una mayor comprensión y mejoramiento.
El crecimiento demográfico en los siglos XVIII y XIX


domingo, 17 de noviembre de 2019

HOY SOMOS y mañana no


John Travolta

HOY SOMOS y mañana no. Andaba yo con problemillas de tensión, de esos que si está hoy un poco alta y mañana bien o un poco baja y mañana bien. Y el médico tratando de arreglar algo que parece no tiene arreglo, porque cuando te receta un fármaco para lo alto ya está baja y cuando te lo quita se te dispara. Pero más o menos va pasando el tiempo sin problemas, aparte del turre que le das al médico.
Y pum! Va y me da no sé qué, me caigo a todo lo largo y me doy un golpe en la cabeza contra el suelo. Me quedo mirando para allá con los ojos abiertos y fijos y no respondo a nadie, es decir debo de haber perdido la conciencia según me dijeron luego.
Así que me evacuan a urgencias, análisis y todas esas cosas, radiografías, scanneres, y yo que sé más hasta que me aclaro y recobró la conciencia. Me encuentro bien o eso creo, y me aburren todas las pruebas y ensayos que me hacen, y quiero salir corriendo.
Pero el asunto es que estoy aquí. Sigo aquí. Podía haberme ido para allá, al otro barrio. O me podía haber quedado allí con el cuerpo viviente aquí. Pues ni una cosa ni otra. Que mala suerte habéis tenido los que me seguís.

martes, 12 de noviembre de 2019

No todas las religiones son de amor (2ª parte)


Pedro Zarrageta
En 1095, con la llamada a la primera cruzada se desencadenaron una serie de persecuciones contra los judíos en los que grupos de cruzados procedentes de Francia y Alemania. Las comunidades judías de Renania eran relativamente ricas, en parte debido a su aislamiento y en parte porque, al contrario de las comunidades cristianas, que solo trabajaban sus las tierras, los judíos podían dedicarse legalmente al negocio del préstamo de dinero. Además muchos cristianos se preguntaban por qué debían viajar cientos de kilómetros para luchar contra los no creyentes, si ya tenían grupos de ellos viviendo cerca de sus hogares. Personas que no practicaban la religión del amor.
Siguiendo con el relato de Maristella Botticini (catedrática de economía de la Universidad Bocconi de Milán) y de Zvi Eckstein (catedrático de la Universidad de Tel Aviv y decano de la facultad de economía del IDC Herzliya de Israel) en su libro “Los pocos elegidos”, de 622 a 1258, las grandes comunidades judías de Oriente Próximo, , norte de África, Península Ibérica, y la miríada de comunidades judías presentes en la Europa cristiana se transformaron en un amplio abanico de actividades urbanas, como la artesanía especializada, el comercio al por menor, mercaderes a larga distancia, el préstamo pecuniario, recaudación de impuestos, medicina y docencia. ¿Qué explica esta transición espectacular de los judíos? Es un hecho desconcertante.
Hacia 1100 el préstamo a interés era la ocupación por excelencia de los judíos. Y la consecuencia fue que a partir del 1250, más o menos, los judíos europeos han estado jalonados por episodios de persecuciones, conversiones forzadas al cristianismo, la amenaza constante de prohibiciones temporales, y expulsiones permanentes.
En 1275, el rey inglés Eduardo I dictó un decreto que prohibía a los judíos prestar dinero a interés, aunque les permitía dedicarse al resto de actividades: comercio, oficios artesanales, e incluso arrendar tierras, en vista de que los judíos al parecer no querían (o no sabían) ocuparse en labores agrícolas, artesanales o comerciales, el monarca promulgó un edicto en 1290 que los desterraba de Inglaterra. Cerca de 15.000 judíos prefirieron abandonar el país y emigrar a Flandes, Francia, Italia, Alemania, la Península Ibérica y, en pocos casos, al Magreb y a Egipto, antes que renunciar a prestar dinero y convertirse en agricultores o artesanos.

También en Francia, por el mismo motivo, 1182, bajo el reinado de Felipe II, fueron objeto de varios decretos de destierro. La última expulsión de los judíos franceses tuvo lugar en 1394, bajo el reinado de Carlos VI, tras la cual tardarían más de dos siglos en volver a ser readmitidos en Francia.
Las expulsiones en Alemania fueron más complicadas toda vez que los judíos desterrados de una ciudad o principado solían asentarse en otra ciudad o principado autónomos. Al igual que en otras partes de Europa, las expulsiones más considerables tuvieron lugar a raíz de la peste negra de 1348, y en 1394. Pero los numerosos edictos de destierro promulgados por las ciudades alemanas en los siglos XV y XVI indican que los judíos no tardaban en regresar a Alemania, a diferencia de lo que ocurrió en el caso de Inglaterra. En los siglos XIV y XV se produjo una gran oleada de migraciones de judíos procedentes de Alemania hacia Bohemia, Moravia y Polonia, oleada que contribuyó al crecimiento de las comunidades judías en Europa del Este, que hacia 1880 llegarían a rozar los cinco millones de individuos. Posteriormente en 1492, viene su expulsión de los reinos de España: Castilla y Aragón, en 1497 lo son de Portugal y en 1498 expulsados del reino de Navarra.
En Nápoles lo fueron en 1541. Génova para entonces ya había prohibido el acceso a este grupo en el pasado, procedió a vender como esclavos a los que accedieron sin permiso a su república. Los Estados Pontificios –donde se encontraba la sede de la Iglesia católica– también al final tuvieron que expulsarlos a finales del siglo XVI.

Con el movimiento sionista aparece el Irgún, popularmente conocido como Etzel, acrónimo de sus iniciales en hebreo Irgun Zevai Leumi. Fue una organización paramilitar y terrorista sionista que operó durante el Mandato Británico de Palestina, entre los años 1931 y 1948. Se estableció como una derivación militante de la Haganá. La Haganá fue una organización paramilitar de autodefensa judía creada en 1920, durante la época del Mandato británico de Palestina.
Después vino lo que ya conocemos, Hitler, y el antisemitismo del comunismo desde los inicios de la Revolución Bolchevique hasta al fin de la “Era Estalinista”. A pesar de que el comunismo se mostró en la propaganda como una ideología que rechazaba el racismo hacia los judíos, lo cierto fue que miles de hebreos serían asesinados por su condición a manos de las tropas soviéticas, primero en la Guerra Civil Rusa, luego en la Segunda Guerra Mundial, y finalmente en la Guerra Fría tras la Conspiración de las Batas Blancas de 1953. También posteriormente en 1968 en Polonia, miles de judíos fueron declarados enemigos del Partido Comunista y tuvieron que abandonar el país.
A la muerte de Adolf Hitler, los campos de concentración comenzaron a ser liberados, y muchos presos judíos optaron por “el ojo por ojo”. Así acaeció en centros de muerte como Dachau, donde los guardias germanos que guardaban el lugar fueron torturados por los mismos reos tras la llegada de los aliados.
Esas represalias aisladas pueden ser calificadas de minucias si se comparan con los planes de los autoproclamados «Vengadores», un grupo de medio centenar de judíos que, finalizada la Segunda Guerra Mundial, planeó envenenar y asesinar como represalia a más de seis millones de alemanes. Esta desconocida historia, ha sido desvelada por el diario « The Telegraph» y también por un nuevo documental llamado « Holocaust: The Revenge Plot» (producido por el británico «Channel 4»).
Hay también otras declaraciones como la de Joseph Harmatz, quien ha explicado que logró envenenar a unos 400 soldados alemanes en un campo de prisioneros de Núremberg.
Y termina la historia, que no termina, ocupando un territorio ya ocupado como lo habían hecho antes en tiempos bíblicos: Canaan, la vuelta de Egipto que como no encuentran ningún lugar libre, terminan destruyendo Jericó (lo de las trompetas). Y aquí vuelven a aplicar un ojo por ojo. Un el holocausto sobre un pueblo que no tuvo nada que ver con su holocausto.
Este es el recorrido de la religión sin amor a los que son diferentes, la del “diente por diente”.
Referencias

https://www.dw.com/es/polonia-y-el-destierro-de-los-jud%C3%ADos/a-42897873

sábado, 9 de noviembre de 2019

El cuento mal contado


Érase una vez dos reinos vecinos gobernados por el Rey Blanco y el Rey Negro respectivamente. Ambos convivían pacíficamente conservando sus costumbres y características particulares. Repentinamente, ambos reinos se vieron asolados por unos años de sequía que acabaron con las cosechas y trajeron el hambre.
El Rey Blanco decidió fijar los precios de los alimentos para evitar abusos y la corona compró grano con sus propios fondos para repartirlo entre los más necesitados.
El Rey Negro optó por dejar actuar al mercado, los precios crecieron y comenzó la especulación sobre los alimentos, privando así a una buena parte de la población del sustento.
En el reino del Rey Negro gran parte de la población, los más desfavorecidos murió por hambre. Solo quienes tenían recursos, pudieron pagar los altos precios de los alimentos. Sin embargo en el reino del Rey blanco, aunque escasamente todo el mundo podía comer.
La hambruna se prolongó durante varios años.
Y mientras en el reino del Rey Blanco se acudió a un racionamiento muy estricto y todos los súbditos pasaban hambre, en el reino del Rey Negro los ricos también empezaron a morirse hasta la total extinción, al no haber habido ningún control sobre los alimentos y haberse extinguido, ya no quedaron alimentos ni aun pagando fortunas desorbitadas.
Poco a poco, la sequía fue remitiendo y la población del reino del Rey Blanco volvió a la normalidad, la población creció de nuevo y hasta comenzaron a ocupar los campos y ciudades abandonadas del reino del Rey Negro.
Y cuando concluyó, el reino del Rey Negro había desaparecido, sólo quedaban campos desiertos y ciudades fantasmas. Todos habían acabado sucumbiendo cuando los alimentos tocaron a su fin.
Y aquí termina la historia. La contada aquí arriba es la historia autentica. Sin embargo la que nos ha llegado es la versión contada por Milton Friedman en la cual en el reino del Rey Negro sobrevivieron los que tenían más recursos pero en el reino del Rey Blanco se acabaron los alimentos y todos murieron.
Debió ser una sequía cortita, pues de haberse prolongado como ocurrió en el cuento autentico, al no haber un control sobre los alimentos como estableció el Rey Blanco, los alimentos hubiesen desaparecido antes del fin de la sequía.
Pero ¿quién fue Milton Friedman?. Fue un economista e intelectual estadounidense fundador de la Escuela de Economía de Chicago, una escuela económica defensora acérrima del libre mercado. Cierto que fue ganador del Premio Nobel de Economía en 1976, en los años previos a Margaret Thatcher (1979 a 1990) y Ronald Reagan (1981 – 1989).
Milton con su cuento mal contado extraía su moraleja: el mercado corrige y permite crecer aún a costa de penosos sacrificios.
Galbraith, economista canadiense, por el contrario, se negó a aceptar moraleja alguna y simplemente concluyó: SIEMPRE HAY OTRA ALTERNATIVA Y NUESTRO DEBER ES BUSCARLA CON PASIÓN E INSISTENCIA.
Siempre hay otro camino. La resignación a los intereses del mercado es simplemente suicida.
Siempre hay otro camino. Nuestro deber es buscarlo con pasión e insistencia y quienes no quieran seguirnos, quedarán atrás en las brumas del olvido.