Hartu-Emanak reivindica el papel del mayor como transmisor de cultura en el Día Europeo de la Cooperación entre Generaciones
Por EVA MOLANO
Publicado por El Correo30-abril 2011
La jubilación no es el fin de una
vida productiva, si no el principio de otra igual de provechosa y mucho más
gratificante. Eso es lo que opinan los miembros de la asociación bilbaína Hartu-Emanak, volcada en el aprendizaje permanente y la
participación social de las personas mayores. Una entidad con cada vez más
arraigo en la sociedad vizcaína y que ya supera el centenar de socios, una
extensa red de colaboradores y el apoyo de instituciones como la Diputación y
los ayuntamientos de Bilbao y Barakaldo.
Los integrantes de este organismo
quieren romper con las estampas llenas de tipismo concebidas sobre la tercera
edad -chicharrillos, costura y huerta- y reivindicar el papel de los jubilados
no sólo como ciudadanos activos, si no como transmisores de la cultura y del
conocimiento. Porque la experiencia es un grado. De hecho, muchos de sus
programas van encaminados a que los jóvenes aprendan de la historia viva que
representan y que, gracias a ese contacto, los mayores se enriquezcan y no se
'descuelguen' de la actualidad.
Y con motivo del día europeo para la
solidaridad y la cooperación entre generaciones, que se celebraba ayer, los
miembros de Hartu-Emanak
aprovecharon para reivindicar los beneficios de proyectos que rompen barreras
entre las personas en diferentes etapas vitales. Por ello, la Asociación ha
convocado la cuarta edición del concurso literario 'El legado de nuestros
mayores', que trata de recuperar historias, leyendas y tradiciones orales
transmitidas de generación en generación.
Historias en los colegios
Los jóvenes deben identificar a las
personas que les han transmitido esas historias, anécdotas o experiencias
personales. El plazo de presentación finaliza en noviembre y la entrega de
premios se celebrará en Navidad en el Salón de Actos de la biblioteca de
Bidebarrieta. «Se llena de niños, jóvenes y mayores que dan lugar a un
encuentro intergeneracional de mucho valor», explicó Félix Hernando,
responsable de la
iniciativa. Los trabajos premiados son editados en una
publicación que se difunde entre escuelas y bibliotecas.
Además de jornadas, charlas y
actividades, la asociación desarrolla desde 2004 el proyecto 'Barakaldo, ayer'
en centros escolares de esta localidad. Se trata de una campaña que lleva a
varios jubilados a los colegios para contar la historia del siglo XX en el
municipio a los chavales de 13
a 15 años. «Hacen más caso a una persona que ha vivido
en primera persona un hecho histórico que a un libro. Además, aprenden a
reconocer el esfuerzo y la aportación que han realizado a su presente las
generaciones anteriores», explica Hernando.
Ahora, Hartu-Emanak trabaja para extender este proyecto fuera del
ámbito escolar y a otros municipios. Este año, 903 alumnos de 12 centros han
aprendido la historia de su pueblo de mano de sus mayores, y, desde que
comenzara el programa, 3.592.