domingo, 21 de septiembre de 2014

Maltrato psicológico, rompe tus cadenas emocionales (2/3)


 
El maltrato psicológico se subdivide en las siguientes categorías en cuanto a sus manifestaciones:
  • Maltrato económico o financiero

El maltratador quiere controlar de forma absoluta los recursos económicos de la víctima. Para ello controla sus ingresos, no le permite trabajar, le solicita que justifique los gastos, le obliga a pedir préstamos, le permite un presupuesto de gasto límite, hace las compras para que la víctima no tenga dinero, le corta el teléfono, no le permite el acceso a las cuentas bancarias, le castiga/recompensa con el dinero, etcétera.
  • Maltrato estructural

El maltratador ejerce un poder sobre la víctima basándose en la desigualdad que, según él le hace superior. Para ello emplea frases para desvalorizarle y con imperativos (por ejemplo “esto es así porque quiero yo”), toma decisiones sin consultarle, le cuestiona las suyas, le recuerda sus fallos de forma persistente, no se compromete a hacer nada por ella, le obliga a asumir responsabilidades, le obliga a mantener relaciones sexuales y la castiga con la indiferencia o el enfado cuando se niega a mantenerlas.
  • Maltrato espiritual

Se refiere a la eliminación o ridiculización de las creencias o ideales de la víctima obligándole a aceptar las suyas propias. En este caso el maltratador no le deja elegir o minusvalora sus decisiones, constantemente le recuerda que sabe hacer las cosas mejor que ella, no le permite hacer actos acorde a sus creencias o los ridiculiza, habla mal de personas que comparten los ideales de ésta…
  • Maltrato social

Tiene lugar cuando se aísla a la víctima reduciendo sus relaciones sociales, controlándolas o ridiculizándola delante de éstas. Otras de las manifestaciones son escuchar sus conversaciones, leer sus mensajes de texto o correo electrónico, le restringe las relaciones con sus familiares y amigos, le acompaña de forma obligada siempre que queda con amigos, no le da oportunidades para conocer gente nueva, le ridiculiza cuando habla delante de otras personas, le saca defectos delante de sus amigos, etcétera.

Cómo prevenir el maltrato psicológico

Aunque podemos prevenir el maltrato psicológico, es importante que la víctima sepa que ella no tiene la culpa de sufrirlo y que dicho padecimiento no es debido a que no haya sabido evitarlo. El único culpable es el agresor. Para poder prevenir el maltrato psicológico es necesario informar a la sociedad de qué se entiende por éste y cuáles son sus secuelas.
Algunas personas que ya lo sufren no se han percatado de ello, por lo que cuando quieren parar la situación lo tienen mucho más complicado, ya que sus fuerzas y seguridad en sí mismas han mermado lo suficiente para que comiencen a cuestionarlo.
Al mismo tiempo, de nuevo aquí la formación acerca de aspectos comunicativos y defensa de derechos personales desde etapas tempranas es muy importante. Es fundamental que crezcamos desarrollando un estilo comunicativo asertivo y que aprendamos a hacer respetar nuestros derechos sin violar los de los demás. La escuela tiene un papel importante en todo ello, pero más aún el núcleo familiar transmitiendo esta actitud a sus hijos.

domingo, 7 de septiembre de 2014

¿Qué te gustaría ser de Mayor?




I. A. Bergara
Cuando éramos niños, cuando éramos jóvenes, cuántas veces nos preguntaron...¿qué te gustaría ser de mayor?. Cuando éramos niños y cuando éramos jóvenes, también nosotros nos preguntamos muchas veces: ¿qué nos gustaría ser de mayor?
Ahora ya somos ... “más que mayores” y no sé si hemos sido, o si somos, lo que queríamos ser, lo que nos hubiera gustado ser. Tal vez si o tal vez no. Pero lo que entonces era futuro, ahora ya es pasado, y como se suele decir: lo hecho, hecho está.

Pero la pregunta sigue siendo de actualidad. Nosotros, los que ya somos “más que mayores” no nos hacemos esa pregunta, o nos la hacemos en otro sentido. Pero a los niños y a los jóvenes de hoy se les sigue haciendo la misma pregunta: ¿Qué os gustaría ser de mayores?

Recuerdo una viñeta del genial Forjes en la que un niño le pregunta a otro: ¿Qué te gustaría ser de mayor?. Y le responde así: “a mi me gustaría ser feliz”. Ante esta respuesta, el que había preguntado le dice: “Jo, tío, ¡qué pocas ambiciones tienes!”.

En cambio, estarás de acuerdo conmigo, querido lector, que la respuesta es muy acertada. A lo largo de la historia de la humanidad todas las personas hemos querido ser felices. Tal vez sea en esto en lo que más nos parecemos todos.

Otra cuestión, muy diferente, es dónde y cómo podemos encontrar la felicidad.

A mi se me ocurre que una forma de encontrar la felicidad, es acertar con la profesión que dé respuesta y se corresponda con nuestra vocación. Y es que esto no sólo nos va a hacer felices, sino que en el ejercicio de nuestra profesión se va a notar. Y los destinatarios de nuestro ejercicio profesional, y los que van a estar junto a nosotros, van a notar que estamos siendo, lo que “queríamos ser”. 

Por eso, los que ya “fuimos mayores”, o dicho de otra forma, los que ya somos “más que mayores”, podemos y debemos ayudar a los niños, a los jóvenes, a encontrar la respuesta adecuada a la pregunta de ¿qué te gustaría ser de mayor?

Nuestra experiencia puede ser de gran ayuda para encontrar la profesión que les permita “ser felices”.