jueves, 31 de mayo de 2018

Siete estrategias de comunicación para crear tu propio camino de envejecimiento exitoso




Publicado en QMayor Magazine
Desde la Universidad de Massey, Craig Fowler y sus colegas (2015) propusieron que la clave para un buen envejecimiento, es ser capaz de crear tu propio entorno de envejecimiento. Fowler y su equipo propusieron el CEMSA como una manera de entender cómo podemos luchar contra los estereotipos que pueden acelerar el proceso de envejecimiento y nos impiden la realización de nuestro potencial al máximo durante toda la vida.
De acuerdo con el Modelo CEMSA, hacer frente al proceso de envejecimiento es una cuestión de “afrontamiento proactivo”, en la que creamos los entornos en los que podemos envejecer con mayor éxito. El modelo comienza con la afirmación de que nadie está seguro de cómo va a hacer frente al proceso de envejecimiento. Esta incertidumbre estimula tanto las emociones negativas como las positivas y también nos lleva a adoptar estrategias de comunicación en las que crear “espacios del envejecimiento” o ecologías dentro de las cuales podemos envejecer con o sin éxito.
El equipo de Fowler et al. identificó 7 estrategias de comunicación posibles que pueden crear la ecología más positiva en el que envejecer. Veamos brevemente cada una de ellas:
  1. Expresar optimismo sobre el proceso de envejecimiento: En la actualidad existe evidencia sólida de investigación que muestra que una actitud optimista sobre el envejecimiento puede contribuir realmente a vivir más tiempo. Gran parte de ella sobre la base de la Universidad de Yale, Becca Levy descubrió una menor mortalidad entre los adultos mayores que tenían una visión más positiva sobre sí mismos y sus perspectivas a medida que envejecían.
  2. Evitar la tendencia a la auto-categorizarse como viejo, o atribuir tu comportamiento a la vejez: Este es el famoso “momento senior”, en el que culpas al envejecimiento por cualquier error o pérdida de memoria que podrían pasar a cualquiera. Esto no sólo hacer que, quizás prematuramente, te etiquetes a ti mismo como viejo, pero puede conducir a otros a tratarte de forma negativa, lo que refuerza su tendencia a tratarte de manera condescendiente.
  3. No categorizar ni burlarse de los demás por su edad: ¿Alguna vez has enviado una tarjeta de felicitación edadista? Sin darte cuenta, hay una buena probabilidad de que esos mejores deseos de felicitación que envistaste, en un esfuerzo de tener sentido del humor, en realidad reforzasen los estereotipos negativos en ti mismo y en la persona a la que felicitabas. Incluso los adultos jóvenes que envían estas tarjetas pueden empezar a construir expectativas negativas para ellos mismos y para lo que imaginan que serán sus últimos años.
  4. Planea tus futuras necesidades de atención: No tengas miedo de pensar y prepararte para los cambios que podrían afectar tu vida a medida que envejeces. Esto puede parecer contrario a la idea de optimismo, pero, sin embargo, al estar dispuestos a enfrentar la realidad, serás capaz de aprovechar más eficazmente el afrontamiento proactivo. Un corolario de esto es que estés dispuesto a hablar con otras personas acerca de tu futuro. No sólo muestra que estás bien con el envejecimiento (un buen mensaje contra la discriminación por edad), pero también te ayuda a comunicarte con ellos acerca de tus preferencias por los cuidados que puedas necesitar.
  5. Utilizar las tecnologías de comunicación emergentes: ¿Cuántas veces has escuchado a una persona de mediana edad o mayor quejarse de los horrores de la tecnología? ¿Que serían más felices con un teléfono de concha que con un teléfono inteligente? Se sientan de esta manera o no, y lo más probable es que no lo hagan (teniendo en cuenta el número de adultos mayores utilizan Internet y los medios de comunicación social), el hecho de mostrar esta posición, les hace ganarse una mala prensa. Ellos también transmiten a los demás que son demasiado antiguos para subir a bordo de las nuevas tendencias, y así refuerzan la opinión edadista que otros tienen hacia ellos.
  6. Afrontar la discriminación por edad: Es casi inevitable que vas a ser objeto de alguna forma de discriminación por edad a medida que envejeces. ¿Cómo vas a manejar la situación? De acuerdo con el CEMSA, no tienes que atacar a los que suavemente (o no tan suavemente) se burlan de tu edad, pero puedes ayudar a otros a ver la locura de sus formas. También puedes manejar tus propios sentimientos acerca de ser sometido a la discriminación por edad, al reconocer que, a pesar de que te irritan, estos mensajes no tienen que definirte.
  7. Resistirse a ceder a los intentos de dejarse llevar por los vendedores ambulantes de productos anti-edad: Si no estás satisfecho con la idea de envejecer, podrás ser mucho más vulnerable a los anunciantes que tratan de influir en ti para invertir tu dinero duramente ganado en las caras pociones mágicas de la eterna juventud. Habrá que aceptar los efectos del envejecimiento sin llegar a ser abatido.

martes, 15 de mayo de 2018

Ser Mayor en la Sociedad Actual



Ismael Arnaiz Markaida
Publicado en Deia
2 de noviembre de 2014
Cada vez somos más los que formamos parte de ese colectivo conocido como “los mayores”, y ante esta realidad es inevitable hacernos varias pregunta: ¿qué es ser mayor en la sociedad actual? ¿Somos un colectivo homogéneo, con iguales necesidades y capacidades? ¿Los “mayores” del siglo XXI, somos iguales que los mayores de hace cincuenta o más años? Y por último, otra pregunta fundamental: ¿el colectivo de personas mayores somos un problema o una oportunidad?
Y es que, si se nos ve como miembros pasivos de la sociedad, que no producimos pero si consumimos, como demandantes compulsivos de los servicios de salud, o como una carga para los presupuestos del Estado, la imagen de los mayores y del envejecimiento, será negativa.. En definitiva, nos verán como un PROBLEMA que los gobiernos tienen la obligación de resolver, en “beneficio del bien común”.
Y esto es peligroso, ya que, desde un punto de vista puramente economicista, alguien podría pensar que la solución pasa por frenar o reducir el incremento de la Esperanza de Vida, estableciendo algún tipo de discriminación por motivos de edad en los servicios de salud, recortando más las pensiones para que perdamos calidad de vida, y quien sabe si hasta pueden pensar en la eutanasia.
Como ninguna de estas soluciones serían aceptables en una sociedad moderna, democrática y respetuosa con los Derechos Humanos, la solución que ya se propuso en 1982, en la I Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, es la de crear las condiciones sociales, políticas y económicas necesarias, para que el envejecimiento del conjunto de la sociedad pueda ser una OPORTUNIDAD, en lugar de ser un PROBLEMA.
Por eso, en aquella primera Asamblea, y en la segunda que se celebró en Madrid en 2002, se establecieron líneas de actuación para hacer posible que la etapa del envejecimiento que vivimos las llamadas las Personas Mayores, sea SALUDABLE para nosotros, y al mismo tiempo RENTABLE para el conjunto de la Sociedad en la que envejecemos
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su documento “ENVEJECIMIENTO ACTIVO UN MARCO POLÍTICO” (2001), propone un modelo, una forma de vivir y gestionar el envejecimiento, soportado en tres pilares básicos: SALUD, DIGNIDAD y PARTICIPACIÓN SOCIAL, teniendo en cuenta los determinantes del envejecimiento en cada lugar y el respeto a los Principio de Naciones Unidas a favor de las Personas Mayores (1991)
Este modelo de Envejecimiento Activo necesita de un cambio profundo en las propias personas mayores, y en quienes tienen responsabilidades políticas, sobre esta materia, en las Instituciones Públicas, ya que, para promover el Envejecimiento Activo, es necesario complementar las políticas basadas, casi exclusivamente, en la prestación de servicios a las Personas Mayores para que estemos descansadas, distraídas y ocupemos el “tiempo libre”, con otras políticas activas que permitan aprovechar, en beneficio del conjunto de la sociedad, el “capital social y cultural” que poseemos, pasando del “hacer para” al “hacer con”, de forma que las propias personas mayores participemos activamente, y no sólo “tomemos parte” en aquello que nos ofrecen.
Por lo tanto, “los mayores” en la Sociedad actual, no somos un PROBLEMA, sino una OPORTUNIDAD. El secreto consiste en envejecer con SALUD, DIGNIDAD y PARTICIPACIÓN SOCIAL, o dicho de otra manera, en un envejecimiento “saludable” para la persona que envejece y “rentable” para la sociedad en la que envejece