Extracto del Envejecimiento Activo. Libro blanco.
Imagen de las personas mayores y medios de
comunicación
Editado por IMSERSO 2011
(…) No hay una única imagen social de las personas
mayores, aunque la reflejada en los medios de comunicación sea la que está
predominantemente vinculada al estereotipo de pasividad, enfermedad, declive,
deterioro y falta de autonomía personal. Junto a esta imagen negativa que aún
persiste, y que suele aflorar en los medios de comunicación vinculada a
noticias de sucesos, comienza a reflejarse una imagen positiva de personas
mayores activas, saludables y participativas.
La realidad social va por delante de los estereotipos
y es la que fuerza el cambio de éstos después de varios años. Pero mientras
dura esta dicotomía, encontramos fuerzas que contribuyen a que la imagen
negativa permanezca en contraposición con las que se abren paso para superar el
estereotipo social. Y éste es el momento en el que nos encontramos alimentado
por la heterogeneidad de las personas mayores de hoy. (…)
La doble mirada hacia las personas mayores que tienen
los jóvenes europeos se evidencia en forma similar a la imagen que tiene la
sociedad española de las personas mayores. Un 36,2% de la sociedad española
(Imserso/CIS, 2009) piensa que las personas mayores no pueden valerse por sí
mismas y necesitan ayuda, a sensu contrario, se podría afirmar que el 63,8%
piensa lo opuesto. Frente a esta opinión sólo un 8,1% de personas de 65 y más
años piensan lo mismo. Es evidente que las personas de edad tienen una imagen
más positiva de sí mismas que la población en general, aunque aquí las
puntualizaciones son necesarias. (…)
La tan traída imagen de la soledad con tintes
negativos que acompaña a las personas mayores puede ser real para una parte del
colectivo de las personas mayores, pero en todo caso, no es tan extensa como
los propios medios de comunicación reflejan y la sociedad tiene grabado en su
subconsciente. (…)
Hasta ahora, como ya se ha avanzado en párrafos
anteriores, los medios han reflejado, en gran medida, una imagen estereotipada
negativa de las personas mayores aplicada a todo el colectivo y, con
frecuencia, aún continúan haciéndolo por simplificación, al tratar a las
personas mayores como si se tratara de un grupo social homogéneo, cuando es tan
heterogéneo como cualquier otro. (…)
El mismo uso de la terminología «vejez» o «proceso de
envejecimiento» denota unas connotaciones que influyen a la hora de transmitir
las informaciones. La tendencia existente en la prensa de «personalizar», de
individualizar, de poner cara, nombre y apellidos, a las personas mayores
«activas» y de anonimizar a las personas mayores «no activas», es el espejo que
muestra una realidad para los medios de comunicación social de visibilizar de
forma individual el hecho positivo y de «colectivizar» lo negativo
extrapolándolo a todo el grupo de personas mayores.
La manera como se presenta a las personas mayores en
los medios de comunicación es fundamental para promover su autonomía personal y
su independencia. Reflejar su realidad actual y, por tanto, su heterogeneidad,
su diversidad, su aportación social y económica, su satisfacción con su vida,
contribuirá a estimular una buena imagen social en la que se reconozcan.
Las personas mayores, a través de sus Organizaciones
Representativas hace años que vienen denunciando esta situación y reclamando su
derecho a una imagen social pertinente, es decir, a una imagen que
refleje su realidad como colectivo que forma parte de la sociedad, que aún
tiene mucho que decir y hacer y que nunca ha dejado de aportar. (…)