Resumen de la charla impartida el 30-10-2014 en Escuela de Ciudadanía de
Hartu-emanak por José Antonio Pérez (historiador)
Parte 2 de 2
Publicado en “Apuntes de Actualidad” nº 2
Por tener una visión de conjunto, en el siguiente cuadro hemos ordenado las
luchas a favor de las igualdades sociales en el siglo XX:
• La lucha por la
independencia de los pueblos colonizados.
• La lucha por el
sufragio universal.
• La lucha por
los derechos de las mujeres.
• La lucha por el
respeto a la identidad sexual.
• La lucha contra
la discriminación racial.
• La lucha por
los derechos laborales.
• La lucha por el
acceso a la educación.
• La lucha por el
acceso a la sanidad.
El proceso de descolonización de los países dominados y expoliados por las grandes
potencias comenzará en los años sesenta. Estos procesos de independencia en
algunos casos fueron terriblemente trágicos como sucedió en Argelia. En otros
como el Sahara español se abandonó a sus habitantes a su suerte. Ese proceso de
independencia política se ha concluido en muchos casos a lo largo del siglo XX,
pero no podemos decir lo mismo a nivel económico, para las potencias dominantes
en la mayoría de los casos fue más beneficioso darles la independencia política
y seguir controlando a esos países a través de camarillas locales y de intereses
económicos que seguir gestionando esos países directamente. La declaración de
los derechos humanos de 1.948 y otras declaraciones abrieron nuevos espacios
para el derecho de los pueblos por tanto podemos decir que aunque el balance es
positivo aún queda mucho por hacer.
La lucha por el sufragio universal tiene un claro balance positivo, a pesar de que gran
parte del siglo XX la mitad de la población, las mujeres, no tendrán derecho a
voto, (España reconoce este derecho en 1.931 y no es de los mas tardíos y en alguno
de los cantones suizos no se reconocerá el sufragio universal hasta los años
1970 y 1971). A pesar de que a principios de siglo son muy pocos los países
donde existe el sufragio universal (el derecho a votar correspondía a los
hombres y en algunos caso para votar o ser elegible había que ser propietario o
cumplir otros requisitos de índole económica) a pesar de que ha sido una lucha larga
y dura se puede decir que el balance ha sido absolutamente positivo al menos en
los países democráticos. El mayor logro en este caso consistió precisamente en
conseguir el voto de las mujeres, es decir, el de la mitad de la población.
La lucha por los derechos de las mujeres va ligada en sus comienzos a la lucha por el
sufragio universal, derecho en gran medida conseguido por la lucha de las
sufragistas. Pero las mujeres a lo Largo del siglo XX han peleado y conseguido
diferentes cotas de igualdad en aspectos como: los derechos laborales, la educación,
y la sanidad, estas luchas han sido lideradas mayoritariamente por
organizaciones de izquierda, (partidos y sindicatos) y en menor medida de
ciertos sectores liberales. Y todo ello ha sido posible en gran medida al
protagonismo que fueron adquiriendo a partir de su organización dentro del
movimiento feminista.
La lucha por el derecho a la identidad sexual ha conseguido logros
importantes. Que España fuese uno de los primeros países en el reconocimiento
del derecho a ser respetados por igual independientemente de la identidad
sexual de cada uno, legalizando entre otras cuestiones el matrimonio entre homosexuales
con los mismos derechos que el matrimonio mixto, fue algo muy importante. El
matrimonio homosexual fue en principio objeto de chanzas pero hoy ha sido
reivindicado como uno de los logros más importantes en materia de derechos para
unas minorías tradicionalmente discriminadas y aún hoy criminalizadas en numerosos
países, como son los homosexuales.
La lucha contra la discriminación racial. Aquella mujer negra, Rosa Parks, que de regreso a
su casa después del trabajo se niega a levantarse del asiento del autobús en
EE.UU, será el pistoletazo de salida de una lucha que va a durar hasta hoy con muchas
metas por alcanzar, pero sin duda el avance durante el siglo XX en esta materia
ha sido muy importante.
La lucha por los derechos laborales. Desde principios del siglo XX ya tenemos algunas
leyes laborales en Inglaterra que afectan a los sectores que sufren las más
sangrantes injusticias de un modo de producción bestial, que son las mujeres y
los niños.
A pesar de que existe la creencia de que España siempre ha ido a remolque
en esta materia, la ley de 1.873 durante la Primera República
ya protege a las mujeres y a los niños de cierto tipo de trabajos. Estas leyes
servirán de base para el desarrollo a lo largo del siglo XIX. Por ejemplo en
España acabará por implantarse la jornada laboral de 8 horas mediante una ley
aprobada en 1.919 tras una larga huelga en Barcelona. Este logro tuvo su origen
en la primera huelga realizada en 1.890 en la Arboleda, en la que ya se planteaba
no solo la supresión de las cantinas, en las que obligatoriamente tenían que
consumir los mineros y los terribles barracones donde tenían que alojarse, sino
que también reivindicaban las 8 horas de trabajo.
Hasta la Segunda
República el desarrollo de la legislación laboral sufre
altibajos, pero será a partir de 1.931 cuando se den las leyes más importantes
en la perspectiva de la lucha contra la desigualdad, esto es, que los
trabajadores tengan interlocutores que negocien sus condiciones de trabajo. El
reconocimiento de los representantes obreros ante la patronal y las
instituciones serán un derecho fundamental para el desarrollo de la negociación
colectiva en el futuro.
Tras la Guerra Civil
y cuarenta años de dictadura será a partir de 1980 cuando se reanude la
promulgación de nuevas leyes laborales a favor de la igualdad en el ámbito
laboral.
La lucha por el acceso a la educación. Ver los índices de analfabetismo a principios del siglo
XX y a finales de siglo, tanto a nivel global como a nivel español, es
indicativo de lo que ha sido una enorme transformación. En los años treinta
estamos en índices del analfabetismo de un setenta a un ochenta por ciento y
aún a principio de los años ochenta del siglo XX, nueve de cada cien hombres y
más del veinte de cada cien mujeres eran analfabetos en Andalucía. Cuando el
primer gobierno socialista pone en marcha las primeras leyes de educación
todavía había entre los catorce y dieciséis años miles de niños sin
escolarizar.
El acceso a la sanidad universal ha sido una de las batallas más importantes que dará sus
frutos bien entrados los años ochenta. En 1870 el índice de mortalidad infantil
en algunas zonas, como en el área minera de Bizkaia alcanzaba el 250 al 270 por
mil. Hoy en día solo en algunos de los países más atrasados del mundo tienen
estos terribles índices de mortalidad infantil.
De todos es conocido el intento actual por privatizar la sanidad y en este
sentido dejar desprotegidos de nuevo a los más débiles. Este es por tanto un
tema por el que tendremos que seguir luchando en el presente y en el futuro.
(Fin del resumen)