viernes, 29 de diciembre de 2017

Los abuelos: maestros de toda la vida



Victoria Artiach
Psicóloga psicoterapeuta
publicado por Plusesmas.com
Los abuelos son canales indispensables para la transmisión cultural; la transmitieron a los hijos y siguen desarrollando esta función con los nietos. Tienen una gran importancia, silenciada por una sociedad que respeta poco o nada, el valor, la experiencia y la sabiduría que a lo largo de muchos años han podido desarrollar las personas mayores.
Debido a la complicada red económico social en la que estamos inmersos, muchos padres tienen que dejar a sus hijos al cuidado de los abuelos y suplir con ello el coste de una guardería o de personal escasamente cualificado. En otros casos, la vinculación con ellos puede no ser tan estrecha y ceñirse a periodos vacacionales exclusivamente o a esporádicas visitas. Sea de un modo u otro, esta relación familiar puede ser una vía para hacer a los nietos depositarios del potencial de conocimientos y experiencia que poseen los abuelos.
Cuando los nietos son adolescentes, la misión del abuelo o abuela puede extenderse más allá de ser meros cuidadores y convertirse en transmisores de habilidades u oficios, además de excelentes motivadores. Donde no llegan los padres, pueden llegar los abuelos, quienes gracias a la edad, se han vuelto más comprensivos, empáticos, y tienen tiempo para escuchar. (……)
A través del diálogo y la reflexión, se potencia y estimula la motivación necesaria para seguir descubriendo cada vez más, en un interesante juego de creatividad y activación mental. (……)
Para tener una buena y fructífera relación, los abuelos deberán buscar y potenciar, siempre, lo mejor que hay en cada uno de sus nietos.
Gracias a que los abuelos tienen permiso para «mal educar», mimando e intentando comprender mejor que lo hicieron con sus hijos, tienen acceso al corazón de sus nietos y con ello la clave para motivarlos. (……)
Padres y abuelos se sorprenden cuando observan que uno de sus hijos o nietos están desmotivados, abúlicos, faltos de interés y casi deprimidos. No se puede entender estas reacciones cuando se les da todo lo necesario para que sean felices. Hay una razón muy importante para estar con la moral por los suelos: baja autoestima.
Cuando un niño, tiene una mala imagen de sí mismo, no es fácil convencerlo de que está en un error. Los adolescentes pasan por etapas de inseguridad propias de una edad en la que ya no son niños y tampoco adultos. Las contradicciones forman parte del pensamiento y, por lo tanto, la confusión y, al mismo tiempo, la arrogancia de creer que están en posesión de la verdad los lleva a chocarse incesantemente con todo el mundo y consigo mismos, pasando de un extremo a otro, sin lograr un mínimo de equilibrio. Se enfrentan a los padres, pues necesitan crear su propia identidad y ser diferentes a ellos. Al mismo tiempo, quieren ser iguales que sus compañeros, aunque no del todo.
Establecen una dinámica competitiva en la que nunca se sienten lo suficientemente bien, siempre creen que hay alguien mejor. En resumidas cuentas es una etapa, psicológicamente hablando, terrible, contradictoria, y aunque se nos ha olvidado, nosotros también hemos pasado por ella.
Es muy importante escuchar atentamente los motivos que tienen los jóvenes para sentirse mal o confusos. Tendemos a minimizar sus complejos y dificultades lo que los hace sentirse más incomprendidos y distantes de los mayores. (……)
Pedro decidió ir a pescar con su nieto todos los sábados. Juntos se organizaban el día, y pasaban largas horas en plena naturaleza, lo que permitió gozar de un tiempo maravilloso para poder compartir secretos y confidencias. A las cuatro sesiones de pesca, Pedro supo que la indecisión de su nieto era provocada por miedo de no estar a la altura y defraudar a sus padres. Se sentía internamente presionado por exigencias propias y ajenas. En este caso, Pedro se convirtió en un excelente mediador. Pidió a la familia que confiaran más en él y aceptasen que necesitaba tiempo para reflexionar antes de decidirse; a su nieto le ayudó a valorarse a sí mismo.
Los abuelos tienen mucho que enseñar. Poseen «trozos» de historia vividos por ellos mismos que pueden transmitir. Tienen conocimientos y habilidades que no deben perderse. Han almacenado montañas de experiencias que pueden mostrarnos diferentes modos de vivir, y cómo afrontar las dificultades o las alegrías de la vida. (……)
En muchas ocasiones, he escuchado frases de reconocimiento de los nietos hacia sus abuelos. Personas de no importa qué edad ni de qué clase social o cultural sean, recuerdan con cariño lo que les enseñó o hizo por ellos un abuelo o abuela. He observado gestos de emoción y ternura por esa actividad callada, en ocasiones poco valorada, de los abuelos para con sus nietos. Los «mal educadores» poseen mayor capacidad de comprensión y paciencia; cualidades estas que han ido adquiriendo con la madurez y el sentido común. Han tenido y tienen una gran importancia en la transmisión cultural de todos los pueblos.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Un nuevo contrato social y generacional




Mario Cugat i Leseurs
Presidente de FATEC
(Federación de Asociaciones de
Gente Mayor de Catalunya)

El campo de actividades de voluntariado es muy amplio; a modo de ejemplo, mencionamos algunas:
  • Asesoramiento a las administraciones públicas.
  • Control de calidad en hospitales, residencias y servicios sociales.
  • Compañía hospitalaria a enfermos.
  • Mantenimiento y reparaciones domesticas para personas pobres.
  • Acompañamientos de solitarios y dependientes, de paseo o a domicilio.
  • Gestiones para enfermos e impedidos.
  • Culturización y formación profesional de inclusión social.
  • Inserción social de colectivos marginados.
  • Recepción, atención e integración de inmigrantes.
  • Actividades intergeneracionales en las escuelas.
  • Proyectos de recuperación de barrios y pueblos.
  • Investigación y documentación sobre todo tipo de hechos culturales antiguos.
  • Recuperación y mantenimiento de tradiciones, bailes, folclore e historia local.
  • Documentación y cuidado de la memoria histórica.
  • Recuperación y restauración de bibliotecas y documentos antiguos.
  • Restauración y reconstrucción de monumentos y obras de arte.
  • Repoblación forestal.
  • Enseñanza, protección y cuidado del entorno natural.
  • Trazado y señalización de senderismo histórico.
  • Guías de museos, monumentos y rutas turísticas culturales.
  • Recogida de datos para encuestas.
  • Verificación del mobiliario e instalaciones municipales y bienes ciudadanos.
Creemos que, con las herramientas de que dispone actualmente la sociedad, sociales, fiscales, laborales, de Seguridad Social, con las legislaciones vigentes y, en resumen, con la actual ordenación del país y de sus estructuras, no será posible resolver los problemas que se producirán debido al importantísimo aumento de personas mayores jubiladas y pensionistas que se acerca, inexorablemente, en las próximas décadas.
Deberá establecerse un nuevo contrato social y generacional, pactado entre todas las fuerzas políticas, culturales, sociales y económicas, así como los distintos segmentos de edad, que pueda hacer frente a las nuevas necesidades que impondrá la demografía, entre las que estará la de reubicar al colectivo de personas mayores, hoy todavía emergente, y cuyo rol está por definir entre todos, dado que, por primera vez en la historia, adquiere perfil propio en el seno de la colectividad.
Y aprovechar la disponibilidad y las capacidades variadas de las personas de edad para que, a través del voluntariado, ayudando a la sociedad y a los conciudadanos, encuentren un papel claro y reconocido, estimulante, eficiente y productivo que dé lugar a una vida jubilada feliz y atractiva.
Debe ser un pacto que se vaya desarrollando, quizás, paulatinamente a lo largo de los próximos años, a medida que vayan concretándose los diferentes datos, experiencias e informaciones, a través de un debate progresivo y dinámico, serio y comprometido, entre todas las partes constitutivas de una sociedad que quiere responder a los nuevos retos con antelación y previsión suficiente.
La propuesta que presentamos en este documento formaría parte del nuevo contrato como una más de las muchas resoluciones que deberán tomarse.
No es a las generaciones actuales de personas mayores a quien corresponde decidir cómo debe ser este pacto, ya que sus conocimientos, experiencias e informaciones son del pasado, y lo que se necesitará es que lo hagan las generaciones activas actuales y venideras, con datos y prospectivas fiables y con capacidad de pactar y decidir su propio futuro. Pero sí podemos proponerlo, estimularlo, advertir de su imperiosa necesidad y colaborar, si nos lo piden, en aquello que nos sea posible, por el interés que tenemos de dejar la mejor herencia y el mejor país a nuestros sucesores.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Experiencias en diseño, desarrollo y evaluación de Programas Intergeneracionales




Ismael Arnaiz Markaida
(Responsable de Programas Intergeneracionales
en la Asociación Hartu-emanak)

Son muchas las Instituciones Públicas y Entidades Sociales que vienen promoviendo el diseño y desarrollo de P.I., como instrumento adecuado para la práctica de nuevas formas de solidaridad y un medio para el intercambio, intencionado y continuado, de recursos y aprendizaje entre las generaciones mayores y las más jóvenes, con el fin de conseguir beneficios individuales y sociales, y la prevención de los conflictos intergeneracionales.
Desde la experiencia de Hartu emanak, este es el caso de la Universidad del País Vasco, la Diputación Foral de Bizkaia, y los Ayuntamientos de Bilbao, Barakaldo y Portugalete, con quienes la Asociación Hartu emanak colabora desde hace más de diez años, en el diseño, seguimiento y evaluación de P.I.
En el caso de la Universidad del País Vaco y la Diputación Foral de Bizkaia, se diseñan y desarrollan Encuentros Intergeneracionales anuales, entre miembros de Asociaciones de Personas Mayores y estudiantes de Magisterio – Educación Social, sobre temas como “Las Personas Mayores en la Intervención Socioeducativa, la Participación Social de las Mujeres Mayores, la Intervención de la Personas Mayores en los Centros de Enseñanza, etc.
Para el Ayuntamiento de Bilbao se ha diseñado un proyecto titulado INTERGEN BILBAO, a través del cual se ofrece formación y colaboración, a las más de cincuenta Asociaciones de Personas Mayores con sede en la capital bizkaina, para el desarrollo de sus propios P.I..
En el caso de Barakaldo, se ha aprovechado que este municipio forma parte de la Red Internacional de Ciudades Educadoras, para diseñar y desarrollar un Proyecto titulado: “Barakaldo ayer, una mirada a la historia reciente de Barakaldo a través de los ojos de sus protagonistas”, en el que un grupo de personas mayores, enseñan en los Colegios e Institutos, dentro del temario de la Asignatura de Historia, la evolución social, económica y política del municipio, a lo largo del siglo XX, a partir de sus experiencia personales y profesionales.
A este proyecto están adheridos doce Centros de Enseñanza, en los niveles de ESO y Bachiller. Este curso el Proyecto ha cumplido doce años, a lo largo de los cuales se han dado más de cuatrocientas cincuenta charlas en las aulas, en las que han participado más de diez mil jóvenes. Ha sido objeto de una Tesis Doctoral a través de la cual ha quedado demostrado el efecto positivo que tiene el testimonio de las Personas Mayores en la enseñanza de la historia reciente de su localidad.
La Actividad Intergeneracional para el Ayuntamiento de Portugalete gira en torno a un Programa Fílmico titulado: Villa de Portugalete”, mediante el cual se visionan películas en Centros de Enseñanza y de Personas Mayores, por separado, y posteriormente se juntan para desarrollar debates y tertulias, en los cuales jóvenes y mayores intercambian opiniones, interpretaciones, etc. sobre el tema de las películas, sus personajes, las situaciones que presentan, la forma de resolverlas, etc.
La experiencia que proporciona toda esta actividad Intergeneracional, permite a Hartu emanak afirmar, en primer lugar, que los P.I. son instrumentos y medios eficaces, para alcanzar los objetivos marcados por la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento; mejoran, mutuamente, el imaginario social de jóvenes y mayores; reducen la conflictividad entre las distintas generaciones y en caso de aparecer el conflicto, facilitan su resolución. Y en segundo lugar, que proporcionan a las Personas Mayores, la posibilidad de que su envejecimiento sea “socialmente rentable”.
Estas afirmaciones vienen avaladas por encuestas realizadas a personas de distintas edades después de haber participado en los P.I.
En el caso de las Personas Mayores, de forma mayoritaria, manifiestan que mejora la solidaridad entre personas de distintas edades y su propia capacidad para relacionarse con otras personas; que aumenta su interés por ser una persona más activa en la sociedad en la que vive; (que) aumenta su autoestima; e incluso que les ha hecho sentirse mejor física y mentalmente.
En el caso de las personas más jóvenes, también de forma mayoritaria, manifiestan que ven con ojos más positivos a las personas mayores y que ha aumentado su interés por estar con ellas; que perciben que han sido capaces de ayudar a otras personas, y que estas se sientan mejor. Y como está demostrado que los P.I. son beneficiosos para todos/as, los jóvenes manifiestan que, después de participar en un P.I., se consideran más capaces de hacer cosas por si mismos.
Por todo lo apuntado, SER MAYOR EN LA SOCIEDAD ACTUAL, supone RECIBIR (hartu) los recursos necesarios para tener un “envejecimiento saludable”, y DAR (emanak) nuestras capacidades para que ese envejecimiento sea “rentable”, para el conjunto de la Sociedad.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

El Envejecimiento Activo




Ismael Arnaiz Markaida
(Responsable de Programas Intergeneracionales
en la Asociación Hartu-emanak)

El Envejecimiento Activo necesita de un cambio profundo en el imaginario social que existe en la ciudadanía, y también en quienes tienen responsabilidades políticas sobre estas materias, en las distintas Instituciones Públicas, ya que, para promover el Envejecimiento Activo, es necesario pasar de unas políticas basadas, casi exclusivamente, en la prestación de servicios a las Personas Mayores para que estén distraídas y ocupen su “tiempo libre” (algunos mal pensados dicen que son para que “no molesten”, pero que “voten”), o para que descansen (tal vez como preparación para el “descanso eterno”), a otras políticas activas que permitan aprovechar, en beneficio del conjunto de la sociedad, el “capital social y cultural “ que poseen estas personas,.
Para hacernos una idea de lo que esto supone, en términos de “capital social y cultural”, sólo son necesarios dos datos: Primero, que el colectivo de personas mayores de 60 años representa el 25% del conjunto de la población total, y segundo: que el 90% de esas Personas disfrutan de autonomía personal suficiente, para desarrollar actividades sociales que hagan “socialmente rentable” esa etapa de su vida.
Y es que, afortunadamente, el número de personas mayores de 60 años con algún tipo de dependencia, sólo representa el 10% de este colectivo, lo cual, junto con los niveles de Esperanza de Vida que estamos alcanzando en España, es un logro social sin precedentes, que no se debe desaprovechar.
Por lo tanto, el colectivo de Personas Mayores no son un PROBLEMA, sino que son una OPORTUNIDAD. El secreto está en cómo aprovechar esa oportunidad, y las orientaciones para ello son, como ha quedado apuntado, en la propuesta de la OMS para un ENVEJECIMIENTO ACTIVO los tres pilares: SALUD, DIGNIDAD y PARTICIPACIÓN SOCIAL
Teniendo en cuenta la limitación de espacio que impone una publicación como esta, me centraré en el tercer pilar: la Participación Social, y dentro de ésta, en un caso más concreto como es el de la transmisión, a las nuevas generaciones, del Conocimiento y la Experiencia acumulada a lo largo de los años por las Personas Mayores, mediante el diseño y desarrollo de Programas Intergeneracionales (P.I.)
En octubre de 2004, Kofi Annan, Secretario General de NN.UU., con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, insistía en el importante rol que juegan los Adultos Mayores en sus familias, comunidades y sociedades. Lo hizo con las siguientes palabras: «La Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (Madrid 2002) animó a los gobiernos a revisar las políticas (...) que promuevan la idea de apoyo mutuo y solidaridad entre generaciones como elementos clave del desarrollo social. Sólo de este modo es posible construir una verdadera sociedad intergeneracional»
Fueron diversas las causas que motivaron el que, en la II Asamblea Mundial del Envejecimiento, se tratase la necesidad de potenciar la Solidaridad y las Relaciones Intergeneracionales. Entre ellas se podrían citar las siguientes: debilitamiento del modelo de familia extensa; persistente segregación por edades en los procesos sociales en general; falta de contacto intergeneracional extrafamiliar; distanciamiento y falta de entendimiento entre las generaciones....

jueves, 2 de noviembre de 2017

Del ‘baby boom’ al ‘senior boom’



Ismael Arnaiz Markaida
Publicado en DEIA 29 octubre 2017

Mucho se ha hablado de aquel baby boom que, según los demógrafos, comenzó en 1957 y que se caracterizó por unas tasas de natalidad muy superiores a las de años anteriores. Aquel periodo del baby boom sorprendió a nuestros gobernantes y se produjo, entre otras cosas, una falta terrible de puestos escolares. La imaginación y el esfuerzo de muchos padres y madres paliaron en parte la falta de previsión de los gobernantes: construyendo ikastolas y cooperativas de enseñanza,
Pues bien, aquellos primeros niños del baby boom que nacieron en 1957, este año 2017, cumplen sesenta años, y por tanto, demográfica y socialmente, ya se les considera personas mayores. Esto quiere decir que vamos a tener un periodo, a partir de este año, que bien podríamos llamarlo, desde el punto de vista demográfico, como el senior boom.
Y aquí viene la pregunta: ¿También esto les sorprenderá a los gobernantes y por tanto faltarán políticas que permitan atender las necesidades, de toda índole, de tantas personas mayores?
Y como para recibir hay que dar, nos podemos hacer otra pregunta: ¿Nuestros gobernantes van a saber aprovechar el potencial humano, los conocimientos y experiencias de tantas personas mayores, que seguimos siendo ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho, para que, al mismo tiempo que disfrutamos de un envejecimiento saludable, podamos ser socialmente rentables?

martes, 24 de octubre de 2017

Ser Mayor en la Sociedad Actual



Ser Mayor en la Sociedad Actual

Ismael Arnaiz Markaida
(Responsable de Programas Intergeneracionales
en la Asociación Hartu-emanak)

No descubre nada nuevo, el decir que la mayor Esperanza de Vida por una parte, y el descenso de las tasas de natalidad por otra, están provocando el envejecimiento de la población en todos los llamados.....Países Desarrollados.
Este es un dato objetivo, pero la cuestión es la valoración que hace, del mismo, la sociedad en su conjunto, y sobre todo quienes tienen responsabilidades de gobierno en esos Países y es que el envejecimiento del conjunto de la población se puede ver como un PROBLEMA o como una OPORTUNIDAD. Y en esta distinta valoración influye muchos factores, pero sobre todo: el concepto, la imagen y la utilidad social que se tenga de las Personas Mayores.
Y es que, si vemos a estas Personas, como miembros pasivos de la sociedad, que no producen pero si consumen, como demandantes compulsivos de los servicios de salud, o como una carga económica para los presupuestos del Estado, tendremos una imagen negativa de este colectivo de personas, y como consecuencia, también, una imagen negativa del envejecimiento. En definitiva, lo veremos como un PROBLEMA que los gobiernos tienen la obligación de resolver, en “beneficio del bien común”.
Y esto es peligroso, ya que, desde un punto de vista puramente economicista, y ante la imposibilidad de aumentar las tasas de natalidad, alguien podría pensar que la solución pasa por frenar o reducir el incremento de la Esperanza de Vida, estableciendo algún tipo de discriminación por motivos de edad en los servicios de salud, recortando más las pensiones para que pierdan calidad de vida, y quien sabe si hasta pueden pensar en la eutanasia.
Como ninguna de estas soluciones serían aceptables en una sociedad moderna, democrática y respetuosa con los Derechos Humanos, lo que se viene proponiendo desde 1982, en la I Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, es el crear las condiciones sociales, políticas y económicas necesarias, para que el envejecimiento del conjunto de la sociedad pueda ser una OPORTUNIDAD, en lugar de ser un PROBLEMA.
Por eso, en aquella primera Asamblea, y en la segunda que se celebró en Madrid en 2002, se establecieron líneas de actuación política y económica para hacer posible que la etapa del envejecimiento que viven las Personas Mayores, sea SALUDABLE para ellas, y al mismo tiempo RENTABLE para el conjunto de la Sociedad en la que envejecen.
Y fue, precisamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien aportó a la II Asamblea, el documento “ENVEJECIMIENTO ACTIVO UN MAR-CO POLÍTICO”, proponiendo un modelo, una forma de vivir y gestionar el ENVEJECIMIENTO, soportado en tres pilares básicos: la SALUD, la DIGNIDAD y la PARTICIPACIÓN SOCIAL Activa y Solidaria de las Personas Mayores, y todo ello teniendo en cuenta los determinantes del envejecimiento en cada lugar y el respeto a los Principio de Naciones Unidas a favor de las Personas Mayores (1991)     
Un modelo de Envejecimiento como el propuesto por la OMS, cambia totalmente los estereotipos negativos asociados a la vejez, y elimina, o cuando menos reduce, los conflictos que genera algo considerado como PROBLEMA (en este caso las Personas Mayores) bien sean en el contexto familiar como en el ámbito social.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Adultos Mayores y Mediación




Ismael Arnaiz Markaida
(Responsable de Programas Intergeneracionales
en la Asociación Hartu-emanak)

Es indudable que, en todas las relaciones humanas, hay momentos en los cuales la intervención de una MEDIACIÓN se hace imprescindible, y con ella, la necesidad de un MEDIADOR .
A lo largo de la historia, han sido muchas las culturas y las civilizaciones en las cuales el MEDIADOR, por excelencia, era al Adulto Mayor. Aquel que era considerado “el anciano”. Recordemos que el SENADO (del latín senex, senis, anciano) fue una de las instituciones principales del gobierno de la antigua Roma.
Pero sin duda, la MEDIACIÓN de los Adultos Mayores no sólo tiene su utilidad en la resolución de conflictos, sino también, y eso es lo más importante, en la prevención y evitación de esos conflictos. Y esto puede ser así en el ámbito de la familia y en el conjunto de la sociedad, fomentando las Relaciones Intergeneracionales.
En octubre de 2004, Kofi Annan, Secretario General de NN.UU., con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, insistía en el importante rol que juegan los Adultos Mayores en sus familias, comunidades y sociedades. Lo hizo con las siguientes palabras: «La Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (Madrid 2002) animó a los gobiernos a revisar las políticas (...) que promuevan la idea de apoyo mutuo y solidaridad entre generaciones como elementos clave del desarrollo social. Sólo de este modo es posible construir una verdadera sociedad intergeneracional» (United Nations, 2004).
El Adulto Mayor, MEDIADOR en la Familia
Para la mayor parte de los abuelos, la interacción con los nietos es la fuente primordial de satisfacción y afecto. Según Bengtson (1985), el abuelo, la abuela, puede desempeñar  roles diferentes, pudiendo ser:
a) Estabilizador, que brinda seguridad en los momentos de transición
b) Guardián de la familia, sobre todo en momentos de crisis (divorcios, conflictos familiares...).
c) Mediador entre padres e hijos aliviando las tensiones intergeneracionales.
El Adulto Mayor, MEDIADOR en la Sociedad
Todas las sociedades son multi-generacionales, pero eso no es más que una consecuencia demográfica. Lo importante es que sean inter-generacionales. Que personas de distintas generaciones se inter-relacionen, creando redes sociales, sentimientos de comunidad, cohesión social, comportamientos cívicos, y en esta inter-relación también es importante la función de MEDIACIÓN del Adulto Mayor, “ya que las personas de mayor edad sirven como modelos de comportamiento transmitiendo normas, actitudes y valores morales a los miembros de otras generaciones” (Kopera y Wiscott, 2000).
Por eso, las relaciones intergeneracionales son importantes en el proceso de socialización de niños y jóvenes, actuando con carácter preventivo para evitar conflictos y creando un marco favorable para la MEDIACIÓN, en caso de ser necesaria, gracias, en cierta medida, al papel MEDIADOR del Adulto Mayor

jueves, 28 de septiembre de 2017

El rejuvenecimiento de la vejez




Manuel Maria Meseguer
El título no trata de masajear el ego de los longevos o los aspirantes a serlo. En los últimos años se ha producido un proceso, al menos curioso, en cuestiones de la edad madura. Antes se ocultaba la edad, a no ser que el deterioro físico la mostrara descarnadamente. Ahora, todos los mayores de 60 años dicen su edad con una expresión que parece aguardar la réplica sorpresiva del interlocutor "Tengo 78 años", comunica con la sonrisa en los labios y las cejas arqueadas. "¿78? Parece que tuviera 60", es la respuesta que se espera del confidente y, si no se provoca, el resto de la conversación puede ser fastidioso. Pero no, no va de longevos orgullosos el asunto, sino de longevos con más años de ociosidad que de trabajo.
Cada poco, de manera recurrente, y casi siempre coincidiendo con periodos de crisis económica o con la sensación de ella, el tema de la madurez en el trabajo se echa sobre la mesa como una letra de cambio. Recientemente el diario francés Le Monde se hacía eco de los trabajos de los gabinetes de contratación laboral y de sus inquietudes, al preguntarse de un modo nada retórico que teniendo en cuenta que la vejez laboral llega cada día más joven, dónde se instalaba dicha vejez: ¿en los 45 años, en los 50? Realmente se trata de un problema ampliamente estudiado y que nos lleva a la paradoja de que, conforme se aleja la vejez física saludable hacia horizontes impensables hace unos años, los departamentos de recursos humanos de las empresas "rejuvenecen" la vejez laboral hasta extremos grotescos, de modo que los requisitos de los treinta y cinco o cuarenta años, por ejemplo, para cobrar una pensión de jubilación íntegra, serán inalcanzables a la vuelta de una década. Refería el vespertino francés que alargar la vida laboral a partir de los 50 años se ha convertido en una prioridad del gobierno de Francia, país que califica como el peor alumno de Europa en cuanto a políticas de empleo sénior. Pero aceptaba que la voluntad gubernamental tropezaba con la realidad del mercado de trabajo, para el que los seniors son "demasiado caros, poco motivados y rígidos" y quedaba fuera de las prioridades empresariales emplear a los "sienes plateadas" en expectativa de empleo.
No se sabe si es el deseo el que oculta la realidad, pero el caso es que dicen los expertos que comienza a atisbarse un cierto cambio de ciclo que anunciaría que la discriminación laboral por edad pueda estar tocando a su fin. Y ello, a causa del envejecimiento general de la población, fenómeno en el que España será indeseable líder, pues se calcula que, en 2050, la población española será la más anciana de la Unión Europea. También hay algunas señales. Recientemente se informaba de que los ingenieros de Telecomunicación de Cataluña habían realizado gestiones para recuperar a prejubilados y paliar así el déficit de profesionales en el sector. La dialéctica entre incorporar juventud barata en las empresas a cambio de la pérdida del talento caro parece que se terminará resolviendo a favor de un mix de ambas en la formación de equipos multiedad que favorezcan el verdadero "envejecimiento activo". Este sí, causante del rejuvenecimiento de la vejez.

martes, 12 de septiembre de 2017

Programas intergeneracionales




Los programas intergeneracionales
Publicación de Hartu Emanak


Desde mediados de la década de los noventa (del siglo pasado), Naciones Unidas viene formulando la necesidad de construir una “sociedad para todas las edades”, y son muchas las opiniones que consideran que si aumentamos y organizamos de modo adecuado las oportunidades que las personas de una generación pueden tener para relacionarse con personas de otras generaciones, se puede conseguir que un mayor número de esas personas decidan aprovechar la ocasión y practicar más la interacción intergeneracional.
Asumida esta opinión, es fácil considerar que cuantas más relaciones entre las generaciones se produzcan, más cerca estaremos de eliminar alguna de las barreras que impiden, hoy por hoy, que nuestras sociedades sean realmente “para todas las edades”.
En una encuesta realizada por el Observatorio de Mayores del INSERSO, se vio, entre otros aspectos relacionados con las actividades desarrolladas por las personas mayores, que el estar con niños o con jóvenes tan sólo era la décima actividad más frecuente de las personas mayores encuestadas.
Este dato nos plantea una pregunta: ¿el contacto entre generaciones no es mayor porque no se ofrecen más oportunidades para ello o porque las oportunidades existentes no son suficientemente atractivas?
Profundizando más en el tema, nos podemos preguntar: ¿es posible pensar en implantar una “sociedad para todas las edades” en la que cada persona, como individuo tenga sus derechos garantizados pero, a la vez, no tenga facilidades para mantener relaciones cotidianas con otras personas de distintas edades? ¿nos conformamos con estar bien, o de lo que se trata es de poder estar bien juntos?
Con el fin de dar respuestas adecuadas a estas preguntas, en la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento celebrada en Madrid en 2002, se reconoció que “es necesario fortalecer la solidaridad entre las generaciones y las asociaciones intergeneracionales, teniendo presente las necesidades particulares de los más mayores y los más jóvenes, y alentar las relaciones solidarias entre generaciones”. Y una forma de conseguirlo, también según Naciones Unidas, “es apoyando las actividades tradicionales y no tradicionales de asistencia mutua intergeneracional dentro de la familia, la vecindad y la comunidad, aplicando una clara perspectiva de género”.
El distanciamiento y el enfrentamiento entre las distintas generaciones está en el origen de los Programas Intergeneracionales (en adelante PI), que comenzaron a desarrollarse en Estados Unidos hace cuatro décadas. Hasta la fecha, estos programas han demostrado, dentro y fuera de Norteamérica, que pueden ayudar a eliminar, o al menos a disminuir, las barreras que dificultan el contacto y las relaciones intergeneracionales, y facilitar el objetivo marcado por Naciones Unidas: “construir una sociedad para todas las edades”. Ahora bien, como defiende Generations United, organización que promueve y defiende los PI en Estados Unidos, éstos no deben ser algo bonito sino algo necesario y efectivo. Incluso se puede decir más: deben ser algo diseñado, programado y desarrollado, con la participación de personas de distintas generaciones, para su beneficio mutuo y del conjunto de la sociedad.
De todo lo anterior se desprende que el fin último de los PI, es la construcción de una sociedad para todas las edades, propuesta por Naciones Unidas no sólo como un concepto, sino también como un ideal, una meta y el argumento principal de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento celebrada en Madrid en 2002.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Una propuesta nueva para resolver cuatro necesidades



Una propuesta nueva para resolver cuatro necesidades
Mario Cugat i Leseurs
Presidente de FATEC
(Federación de Asociaciones de
Gente Mayor de Catalunya)

Se entiende que existe un puesto de trabajo cuando se dan dos premisas:
  1. Una necesidad, una actividad, un servicio, una obra, etc., que la sociedad demanda a través de la industria, el comercio o los servicios.
  2. La disponibilidad económica para pagar el salario y los complementos que origina el hecho de destinar una persona a realizar el trabajo solicitado.
Si la segunda premisa no es posible, el lugar de trabajo, en realidad, no ha sido creado y, por tanto, no puede decirse que exista, pero la necesidad, sí.
Partiendo, pues, de que habrá necesidades sociales, pero no posibilidades de atenderlas todas, FATEC presenta una propuesta nueva, realista y eficaz que podría ayudar a resolver cuatro necesidades: la mejora de la capacidad económica del jubilado; la utilización de su valor o capital social al servicio de la colectividad; su buena salud mental y física individual y colectiva; y la respuesta y solución a determinadas demandas de servicios y prestaciones, de otra manera al descubierto.
Se trataría de:
  • Ante una necesidad o un interés colectivo no atendible laboral y económicamente, solicitar a las personas jubiladas adecuadas para cada caso que, de manera voluntaria, en días y horarios a concretar, más reducidos que la jornada normal, atendieran esa necesidad o prestación de servicio, con alguna forma de compensación de diversa índole que recibiría de quien hubiera realizado el encargo.
  • La iniciativa correspondería a las administraciones públicas, las instituciones culturales y de servicios sociales, el asociacionismo en general, y la iniciativa popular regulada. Se trataría de crear la figura del voluntario incentivado, al margen de su pensión y sin disminución de ella.
  • Tal vez debería establecerse un acuerdo entre la administración competente, la Seguridad Social, patronales y sindicatos, y crear la correspondiente legislación que lo permitiera en determinados casos, sin que ello afectara la situación del pensionista.

jueves, 10 de agosto de 2017

La participación social de las personas mayores




Colaboración

“Se entiende la participación ciudadana como una actividad libre que de forma suficientemente intencionada pretende influir en o con decisiones en cualquier ámbito o nivel de la vida pública. Siendo a su vez un proceso de formación y aprendizaje en el diálogo plural para la búsqueda de acuerdos entre ciudadanía y poderes públicos a fin de definir de una forma dialógica políticas que respondan a los intereses y necesidades individuales y colectivas”
“De aquí es fácil deducir que las personas mayores tienen/tenemos el derecho y el deber moral y cívico de participar en la construcción de esa sociedad más humana, y que la sociedad, a través de los poderes públicos, además de ser consciente de que necesita el esfuerzo de todas las personas ha de facilitar esa participación superando concepciones edadistas y economicistas”
Debilidades para la participación de las personas mayores:
-        la escasez de recursos materiales y económicos;
-        el reducido compromiso de las personas socias o colaboradoras;
-        la falta de cultura asociativa que se refleja en una débil organización interna;
-        los mitos y estereotipos de las personas mayores que la sociedad y la Administración incorporan como teorías del “déficit” originando situaciones de discriminación por la edad, es decir, de edadismo;
-        insuficiente relación y coordinación operativa entre las propias asociaciones;
-        escasa comunicación y compromiso entre el movimiento asociativo,
-        la Administración y otras entidades que, en muchas ocasiones actúan más por clientelismo y captación de votos que por el colectivo de las personas mayores, lo que tiene como consecuencia el nulo reconocimiento de las asociaciones en los foros de decisión política.
Fortalezas para la participación de las personas mayores:
-        el alto aprovechamiento de los recursos con los que se cuenta
-        el alto potencial humano de las personas mayores
-        la creación de lazos de amistad ante las dificultades que surgen y los logros que se alcanzan;
-        el desarrollo de los valores humanos como consecuencia de la naturaleza de los proyectos
-        la potencia intrínseca de las PYMAs que acarrea la mejora técnica y social que se da en el diseño y realización de los proyectos
-        el impacto social de las PYMAs por ser éstas un instrumento de solidaridad y transformación debido a su dimensión social y a la naturaleza de sus actividades
-        la plena convicción de que, a través de voluntades mutuas, se ha de reducir la desconfianza entre las asociaciones y la Administración.

Principales objetivos y líneas a impulsar
-        La participación de las personas mayores, junto con la Administración y otras entidades, en la definición de objetivos y líneas que han de conformar un Plan Integral de Participación de Personas Mayores.
-        La superación del edaismo haciendo visibles a las personas mayores como un activo imprescindible para el mantenimiento y transformación de todas las esferas existenciales, tanto en el espacio público como en el privado: sociales, políticas, culturales, formativas, económicas, familiares, etc.
-        El impulso de políticas de igualdad de cara a las personas mayores dependientes, tomando conciencia de que la dependencia aumenta el poder colectivo sobre el individuo, a fin de que dicho poder sólo se emplee para remediar carencias y debilidades, y no para perpetuarlas en nombre de una “compasión” autoritaria.
-        El desarrollo y control de políticas que, basadas en una democracia participativa, den respuesta a las necesidades específicas de las personas mayores en diferentes campos como: el ocio y tiempo libre en su dimensión activa; la incorporación a las nuevas tecnologías; la mejora de los niveles retributivos; la vivienda; la salud; la formación a lo largo de la vida; el asociacionismo en todas sus vertientes, etc.
-        La coordinación interinstitucional como metodología para el desarrollo de las políticas acordadas. Para ello sería necesario, entre otras cosas, que los poderes públicos a la hora de legislar tuvieran en cuenta la variable “enfoque de edad” junto con otras como, por ejemplo, la variable “enfoque de género”.

jueves, 20 de julio de 2017

Los proyectos en adultos mayores




Ciano Natalia
Docente de la Facultad de Psicología, UNLP
Mirta Gavilán
Doctora en Psicología.
Profesora Facultad de Psicología, UNLP

La actual distribución demográfica indica un incremento del envejecimiento poblacional en el mundo y en nuestro país; esto genera un gran interés y preocupación en el tema, ya sea desde los sectores que estudian las tendencias demográficas como en aquellas personas responsables de garantizar y sostener la calidad de vida de los Adultos Mayores (Fernández-Ballesteros, 2007; Staffolani, Orlando & Enria, 2006; Tamer, 2008). El nuevo paradigma en torno al envejecimiento y a la vejez apunta a la plena realización de todas las dimensiones del ser humano, no sólo a un buen estado de salud, sino a la participación social, a la realización personal, etc. Es por ello que el término elegido para designar este nuevo modelo es "Envejecimiento Activo". Dicho concepto fue introducido en el Plan de Acción sobre Envejecimiento 2002. Desde la Organización Mundial de la Salud se sostiene que si se quiere hacer del envejecimiento una experiencia positiva, una vida más larga debe ir acompañada de oportunidades continuas de autonomía y salud, productividad y protección. Se define al envejecimiento activo como el "proceso por el cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez" (OMS, 2002: 79). El término "activo" refiere a una implicación continua en cuestiones sociales, económicas, espirituales, culturales y cívicas, no sólo a la capacidad para estar físicamente activo.
Ahora bien, teniendo en cuenta estos lineamientos y el aumento de la expectativa de vida surgen los siguientes interrogantes ¿Cómo elaboran los nuevos proyectos los adultos mayores?, ¿cómo se utiliza el tiempo libre, luego del retiro laboral?, ¿qué tipo de preparación u orientación se le ofrece al jubilable, o a quienes no han circulado por el sistema educativo y/o laboral, para elaborar nuevos proyectos?
Debido a la carencia en nuestro país de políticas de orientación para el retiro o para la generación de nuevos emprendimientos se instala como problema a investigar cómo resuelven la elaboración de nuevos proyectos los adultos mayores que han pertenecido al sistema formal de trabajo y aquellos que se han mantenido fuera de él.
Al haberse extendido la esperanza de vida, restan muchos años luego de la jubilación en los que se dispone de mayor tiempo libre. Sin embargo, debido a la pérdida de un proyecto laboral, que seguramente ha abarcado gran parte de la vida, se producen reorganizaciones en la constitución de la identidad personal y ocupacional, lo cual requiere elaborar cuestiones relacionadas con la pérdida de un lugar social de pertenencia, del ámbito socializador del trabajo y fundamentalmente la posibilidad de elaborar nuevos proyectos. Aisenson plantea que "la manera en que el individuo sobrelleve esta etapa del ciclo de vida dependerá de la identidad que logró constituir y del apoyo social recibido (...) así como de las posibilidades de construir y redefinir proyectos, a partir de la visualización de los propios recursos y la movilización de estrategias que permitan ponerlos en marcha"  (Aisenson, 2002:113).

domingo, 9 de julio de 2017

Las pensiones del futuro




Mario Cugat i Leseurs
Presidente de FATEC
(Federación de Asociaciones de
Gente Mayor de Catalunya)

Entendemos que, sobre todo a partir de la década de 2040, la sociedad catalana, la española y, probablemente, la europea se hallarán, con gran probabilidad, con cinco circunstancias destacadas:
  • Un número de ciudadanos de más de 65 años del orden de los dos millones y medio en Cataluña y de los trece millones en todo el Estado, la mayoría de ellos pensionistas, con una esperanza de vida restante certera próxima a los veinte años, con buena salud, activos, muy culturizados, bien preparados profesionalmente y con un espíritu dinámico, a quienes no se podrá tener aparcados sin hacer nada y a quienes habrá que proporcionar una salida sociológica para mantener una buena salud mental individual y colectiva.
  • Ciudadanos que habrán generado derecho a pensión de jubilación u otras y a la prestación de los servicios sociales vigentes, y todo ello deberá cubrirlo y atenderlo la sociedad del momento.
  • En una sociedad hedonista como es la europea, la gente demandará cada vez más y más servicios y prestaciones sociales, sanitarias, culturales y de todo tipo, pero las limitaciones presupuestarias, derivadas de la dificultad de incrementar la presión fiscal, evitarán que estas demandas puedan ser atendidas debido a la insuficiencia económica de las administraciones públicas.
  • La elevada cantidad de jubilados, junto con la dificultad de incremento fiscal, hará que las pensiones del futuro deban basarse en la cotización de toda la vida laboral y en otras medidas complementarias para mantener la sostenibilidad del sistema. Ello significa que las pensiones serán, en porcentaje, inferiores a las actuales y más insuficientes aún.
En consecuencia, es previsible una tensión social derivada, por una parte, de jubilados insatisfechos de su nivel económico y, por otra, de una ciudadanía con necesidades y demandas viejas y nuevas, lo que obligará a encontrar soluciones imaginativas con el fin de atenderlas y rebajar la presión social.

jueves, 29 de junio de 2017

La jubilacion una nueva etapa vital



La jubilaciones una nueva etapa vital
Colaboración
Las personas que se jubilan no dejan de vivir sino que inician una etapa que es diferente y que suele ser atractiva. La jubilación es un tiempo distinto. No se depende de un jefe, ni de horarios, ni de la puntualidad ni del transporte. Dependes de ti mismo mucho más que antes. Esto es importante. Puedes hacer muchas cosas y a tu aire.
Las personas mayores siguen desarrollando aprendizajes y conocimientos. Tienen experiencia memoria y capacidades.
Todas las personas jubiladas y las personas mayores pueden hacer frente a los problemas y situaciones que se les presenten.
Las personas jubiladas son capaces de realizar actividades creativas y participativas
Hay personas jubiladas que participan y llevan adelante toda clase de asociaciones. Así influyen en la sociedad mejorándola. También influyen en personas concretas ayudándoles en sus necesidades
El que se jubila tiene que hacer un esfuerzo para encontrar su nuevo papel y su nuevo rol en la familia, entre los amigos, en su entorno y en la sociedad.
Hay que romper los estereotipos que existen sobre los jubilados y sobre las personas ma yores
Los jubilados tienen
capacidad intelectual
tiempo
ideas
memoria de los sucesos y acontecimientos ocurridos a lo largo de su vida en su entorno y fuera de él.
Los jubilados pueden
explicar la historia
realizar antiguos proyectos
participar en los cambios de la sociedad
ser útiles a la familia
Los jubilados son necesarios en muchos lugares y para muchos proyectos y para muchas personas.
Los jubilados y la gente mayor son personas con derechos y con obligaciones.
Tendremos dignidad si damos un sentido a nuestra vida
La jubilación es una oportunidad para saber quién soy yo y cómo soy y qué puedo. Esto quiere decir que tal vez para muchos sea una de las pocas veces en la vida en que se siente a sí mismo tal y como es. Puede descubrir aspectos que estaban escondidos. Nos despojamos del deber laboral, de algunos condicionamientos sociales y del rol que teníamos como si todo esto fuera un ropaje. Nos quedamos con muy poco aparentemente pues podemos descubrir nuestras potencialidades y habilidades, nuestras seguridades y nuestras dudas.
El compromiso con nosotros mismos nos lleva a querer y a realizar cosas agradables.
El compromiso con los demás nos lleva a ser útiles.
La jubilaciones un reto de experimentar de otra manera la vida y la presencia en la sociedad
La jubilación tiene el riesgo de sentirse excluido, de sentirse inútil y de que ya no hay nada que hacer.
La jubilación puede ser un compromiso en beneficio propio y en beneficio de la sociedad.