Ismael Arnaiz Markaida
(Responsable
de Programas Intergeneracionales
en
la Asociación Hartu-emanak)
El
Envejecimiento Activo necesita de un cambio profundo en el imaginario social
que existe en la ciudadanía, y también en quienes tienen responsabilidades
políticas sobre estas materias, en las distintas Instituciones Públicas, ya
que, para promover el Envejecimiento Activo, es necesario pasar de unas
políticas basadas, casi exclusivamente, en la prestación de servicios a las
Personas Mayores para que estén distraídas y ocupen su “tiempo libre” (algunos mal pensados dicen que son para que “no
molesten”, pero que “voten”), o para que descansen (tal vez como preparación
para el “descanso eterno”), a otras políticas activas que permitan aprovechar,
en beneficio del conjunto de la sociedad, el “capital social y cultural “ que
poseen estas personas,.
Para hacernos una
idea de lo que esto supone, en términos de “capital social y cultural”, sólo
son necesarios dos datos: Primero, que el colectivo de personas mayores de 60
años representa el 25% del conjunto de la población total, y segundo: que el
90% de esas Personas disfrutan de autonomía personal suficiente, para
desarrollar actividades sociales que hagan “socialmente rentable” esa etapa de
su vida.
Y es que, afortunadamente, el número de personas mayores de 60
años con algún tipo de dependencia, sólo representa el 10% de este colectivo,
lo cual, junto con los niveles de Esperanza de Vida que estamos alcanzando en
España, es un logro social sin precedentes, que no se debe desaprovechar.
Por lo tanto, el colectivo de Personas Mayores no son un
PROBLEMA, sino que son una OPORTUNIDAD. El secreto está en cómo aprovechar esa
oportunidad, y las orientaciones para ello son, como ha quedado apuntado, en la
propuesta de la OMS para un ENVEJECIMIENTO ACTIVO los tres pilares: SALUD,
DIGNIDAD y PARTICIPACIÓN SOCIAL
Teniendo en
cuenta la limitación de espacio que impone una publicación como esta, me
centraré en el tercer pilar: la Participación Social, y dentro de ésta, en un
caso más concreto como es el de la transmisión, a las nuevas generaciones, del
Conocimiento y la Experiencia acumulada a lo largo de los años por las Personas
Mayores, mediante el diseño y desarrollo de Programas Intergeneracionales (P.I.)
En octubre
de 2004, Kofi Annan, Secretario General de NN.UU., con motivo del Día
Internacional de las Personas Mayores, insistía en el importante rol que juegan
los Adultos Mayores en sus familias, comunidades y sociedades. Lo hizo con las
siguientes palabras: «La Segunda Asamblea Mundial
sobre el Envejecimiento (Madrid 2002) animó a los gobiernos a revisar las
políticas (...) que promuevan la idea de apoyo mutuo y solidaridad entre
generaciones como elementos clave del desarrollo social. Sólo de este modo es
posible construir una verdadera sociedad intergeneracional»
Fueron
diversas las causas que motivaron el que, en la II Asamblea Mundial
del Envejecimiento, se tratase la necesidad de potenciar la Solidaridad y las
Relaciones Intergeneracionales. Entre ellas se podrían citar las siguientes: debilitamiento del
modelo de familia extensa; persistente segregación por edades en los procesos
sociales en general; falta de contacto intergeneracional extrafamiliar;
distanciamiento y falta de entendimiento entre las generaciones....
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