Llamemos
las cosas por su nombre. Lo de tener que pagar las medicinas no es un copago,
ni un repago, ¡es un impuesto!
En
el horizonte de todo estado del bienestar está, o debe estar, el proporcionar
un servicio de salud universal y gratuito.
Un
servicio que se financia con los impuestos, y que por tanto el dinero sale de
los presupuestos generales del Estado. Pero cuando no se consigue dinero
suficiente por esta vía, el gobierno de turno se saca de la manda un impuesto
directo al consumo, en este caso, al consumo de las medicinas. Es la vía más
fácil para cuadrar las cuentas.
Lo
malo es que se trata de un impuesto injusto e insolidario. Injusto porque,
porcentualmente, pagan más quienes menos rentas tienen, e insolidario porque
grava más a los enfermos que a los sanos.
Dicho
esto, también cabe decir que no se trata de un impuesto nuevo, ya que los
asalariados lo vienen pagando desde hace mucho tiempo.
Lo
que ocurre ahora es que el Gobierno central actual ha dado una vuelta de tuerca
a este impuesto, incrementando en un 10% la cuantía apagar, de forma que los
asalariados pagan más, y los/as pensionistas que no pagaban nada, ahora pagan
un 10%, si bien es cierto que se aplica un pago máximo mensual.
Y
tratándose de un impuesto, yo me pregunto: ¿si la Comunidad Autónoma
del País Vasco tiene competencias en materia fiscal y tiene sus propias
haciendas, por qué el Tribunal Constitucional le obliga al Gobierno vasco a
aplicar esta subida del impuesto directo al consumo de medicinas? Por que es eso,
un impuesto, no un copago ni un repago.
El día 17/09/2013( ayer) aparece un artículo en "El Correo" que se titula: " 20.000 recetas menos al día. El COPAGO baja un 15% el gasto farmacéutico en Euskadi.
ResponderEliminarConviene que reflexionemos sobre los abusos de los usuarios en los Servicios y Prestaciones Sociales. Como estábamos actuando en los últimos años era insostenible el Sistema Social.