viernes, 2 de junio de 2017

Voluntariado y Personas Mayores




Mario Cugat i Leseurs
Presidente de FATEC
(Federación de Asociaciones de
Gente Mayor de Catalunya)

Cuando una persona se jubila y pasa a ser pensionista, las legislaciones vigentes le impiden realizar cualquier actividad laboral y la percepción del salario correspondiente. Ello es lógico, dado que ya queda compensado por la pensión. Solo puede recibir algún ingreso económico si imparte conferencias, si asiste a reuniones que tengan previsto pagar dietas y poco más.
Esto quiere decir que solo puede dedicarse, de modo gratuito, al voluntariado de todo tipo, si bien puede resarcirse de los gastos que esta actividad le comporte, siempre y cuando la entidad en la que actúe pueda hacerlo.
Como consecuencia, y sea la que sea su acción de voluntario, desde el simple ocio organizado hasta la prestación de servicios sociales, está retornando generosamente capital y valor social a su comunidad, y la sociedad saca provecho de ello gratuitamente.
Las personas, de todas las edades, que se dedican al voluntariado de cualquier clase lo hacen desde una vocación personal de tipo religioso; por convicciones ideológicas, políticas o de solidaridad; desde el conocimiento de determinada carencia y la inquietud por resolverla; por el placer de participar en determinadas actividades que le resultan atractivas; por estar ocupado y distraerse, etc. En definitiva, pocas son las personas dedicadas a este tipo de actividades, por otra parte diversas y variadísimas.
Se observa que la juventud es capaz de dedicar tiempo, esfuerzo y sacrificio para actuar gratuitamente como voluntario ante hechos y situaciones básicamente de emergencia, en casa o fuera, pero siempre durante un tiempo determinado y sin admitir una vinculación permanente, al contrario que la persona mayor, en general más dispuesta al vínculo a largo plazo.
Los datos y la experiencia nos dicen que de todas las campañas, jornadas anuales, cuñas radiofónicas, anuncios, etc., dedicados a captar voluntarios se extrae un provecho mínimo. Y en el caso de las personas mayores, específicamente, la mayoría de las que están vinculadas a centros, ateneos y otras entidades diversas buscan únicamente distracción y ocio, sin aportación de valor social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario