Resumen de la charla impartida el 30-10-2014 en Escuela de Ciudadanía de
Hartu-emanak por José Antonio Pérez (historiador)
Parte 1 de 2
Publicado en “Apuntes de Actualidad” nº 2
Cuando uno se desayuna con noticias como que veinte españoles reúnen la
riqueza de catorce millones de menos afortunados, quiere decir que algo falla
para muchos y algo va demasiado bien para un pocos. El gráfico que figura bajo
este párrafo representa la evolución de la desigualdad hasta el 2010 a partir del denominado
índice Gini. El cero significa la igualdad absoluta y a medida que nos acercamos
a él esto representa una reducción de la desigualdad.
Por el contrario, a medida que nos alejamos de esta cifra se produce un
aumento de la
desigualdad. A partir de esta premisa podemos observar
claramente como del 2008 a
2010 el aumento es meteórico, y esta tendencia al alza continúa hasta la
actualidad.
Vemos como esta aceleración de la desigualdad por impacto de la crisis nos
sitúa a niveles de los años ochenta, es decir, al comienzo de la transición. Y ello
nos permite ya avanzar un dato objetivo: lo conseguido en las últimas dos
décadas lo hemos perdido en cuatro o cinco años.
Este aumento de la desigualdad, que no se da solo en España sino a nivel
mundial, responde a lo que se ha dado en llamar por algunos economistas e
historiadores como “la gran divergencia”, o lo que es lo mismo, un proceso de
aumento de la desigualdad tras un periodo de largo crecimiento durante el que
se había procedido a alcanzar diversas metas de igualdad. Este giro radical
hacia el crecimiento de las desigualdades sociales, no es solo fruto de los mercados,
sino además y sobre todo, responde a la puesta en práctica del ideario de un
proyecto político muy concreto, el Neoliberalismo.
El concepto de Desigualdad.
Para seguir hablando de todo esto, sería conveniente tener un concepto de
lo que es la desigualdad y todo lo que ello implica.
Entre muchas definiciones que podemos encontrar he elegido estas dos:
… y de las -El término desigualdad social hace referencia a una situación
socioeconómica en la que un grupo o minoría recibe un trato diferente por parte
de otro individuo o colectivo con mayor poder social. Las causas de la
desigualdad social pueden deberse a razones culturales, religiosas, étnicas, de
género…
-La
desigualdad se manifiesta en muchas ocasiones a través de aislamiento,
marginación y discriminación. Las desigualdades abarcan todas las áreas de la
vida social: diferencias educativas, laborales, e incluso pueden llegar a
convertirse en diferencias judiciales.
Un poco de Historia.
Uno de los primeros autores que teorizó en torno a la desigualdad fue
Rousseau que ya en el siglo XVIII escribió “El origen de la desigualdad entre
los hombres”. Junto con otros libros como el “Contrato Social”, va a ir
sentando las bases y los principios de la Revolución Francesa
y Americana y de los derechos básicos e inalienables del hombre. En el citado
libro ya se exponían los argumentos fundamentales de la desigualdad social:
“Considero en la especie humana dos clases de desigualdades: una que yo
llamo natural o física…de edad, de salud cualidades del cuerpo y del alma;
otra, que puede llamarse desigualdad moral o política porque depende de una
especie de convención y porque ha sido establecida, o al menos autorizada, con
el consentimiento de los hombres. Esta consiste en los diferentes privilegios
de que algunos disfrutan en perjuicio de otros, como el ser más ricos, más
respetados, más poderosos y hasta el hacerse obedecer”.
Estas ideas se enmarcan en el final del Antiguo Régimen y son el comienzo
de un largo proceso de transformación social que arranca en el último tercio
del siglo XVIII y que terminó de consolidarse en el siglo XIX, dando paso a la
sociedad contemporánea, donde se establecerán como principios fundamentales: La
igualdad, la libertad, la fraternidad y no lo perdamos de vista: la propiedad, puesto
que estamos hablando de una revolución burguesa. En la declaración de
Independencia de Estados Unidos (1776) se hace referencia explícita además de a
estos derechos, al derecho de los gobernados a revelarse contra los
gobernantes, algo sobre lo que se está teorizando en la actualidad.
Es el comienzo de la lucha por las desigualdades, es la época de las revoluciones
burguesas pero es también la época de la revolución industrial. Inglaterra, ya
desde el siglo XVIII, comienza transformar el viejo orden social y económico,
aparecen nuevos grupos sociales, fundamentalmente el proletariado.
Estamos pasando de una sociedad estamental a un nuevo orden social. Tanto
la revolución industrial como la liberal llegarán a España de una forma más
tardía, pero sus consecuencias serán igualmente devastadoras. Cuando la
siderurgia británica necesite un mineral de hierro con bajo nivel de fósforo
para la transformación del hierro en acero, las minas de Bizkaia van a ser proveedoras
de esa materia prima. Todo esto va a transformar no solamente la estructura económica,
sino básicamente la estructura social y como consecuencia de ello vamos al
comienzo de un flujo migratorio que llega a las zonas industriales y aparecerán
nuevos partidos, (Partido Socialista Obrero Español y Partido Nacionalista Vasco
en nuestro caso). Todo ese mundo, construido a partir de valores profundamente
arraigados en valores tradicionales va a saltar por los aires.
La era del Capitalismo.
Esta sociedad que va surgiendo de la revolución liberal e industrial va
generando nuevos grupos sociales, como el proletariado y la burguesía
industrial y generando unas desigualdades que serán la base misma del
capitalismo. Esta desigualdad se manifestará de diversas formas y una de las
más patentes será la del imperialismo, es la época de los grandes imperios, las
grandes potencias ávidas de materias primas y nuevos mercados se reparten
continentes enteros como África para esquilmar todos sus recursos. Salvo alguna
excepción de países emergentes, estos países siguen hoy en día siendo los más
pobres del planeta A partir de la reunión de Berlín de 1884-85 donde el
imperialismo establece las fronteras de África, el ámbito de influencia de cada
potencia y la importancia de cada una de ellas en el contexto mundial, será
donde se sienten indirectamente las bases de la desigualdad a nivel de países
que salvo excepciones llegará a hasta nuestros días.
Hasta aquí hemos tratado de dar una referencia histórica del origen de las
desigualdades que nos sirva como base para hablar de las desigualdades hoy en
día.
El siglo XX. Cien años de avances y retrocesos.
Ya en el siglo XIX diferentes teóricos, economistas y filósofos, van a
exponer sus ideas sobre las desigualdades. Adam Smith, teórico liberal por
excelencia, planteará la desigualdad y el egoísmo como un elemento positivo que
contribuya a la dinamización económica, Frente a él, desde los socialistas
utópicos hasta los socialistas científicos como Marx y Engels van a teorizar de
otra manera sobre la desigualdad social y como luchar contra ella. Serán por
tanto los movimientos socialistas e izquierdistas en general –incluidos los la lucha
contra las desigualdades. Una parte del liberalismo luchará también a favor de
los derechos individuales pero no tanto contra las desigualdades sociales.
En la lucha por la igualdad el siglo XX será un periodo de avances pero
también anarquistas- quienes van a ser los protagonistas fundamentales de del
comienzo de un claro retroceso a partir de los años setenta. España en este
siglo verá reducidas de una forma importante las desigualdades sociales y
logrará situarse en una aceptable posición hasta finales de siglo, al menos en
teoría.
Después descubriremos como las cifras escondían importantes elementos de
desigualdad, sobre todo en un mercado laboral español que a partir de los años
ochenta se fue fraccionando, se fue precarizando, se fueron asentando aspectos
que han terminado por constituir elementos casi estructurales de nuestro
mercado laboral.
(continua en parte 2)
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