La participación social de las
personas mayores
De Colección Estudios, Serie Personas Mayores
editado por el IMSERSO
El movimiento asociativo se
configura como una herramienta clave de participación para las personas
mayores. El asociacionismo encuentra, entre los distintos canales de participación, una vía en la que
desenvolverse en sus múltiples manifestaciones. De esta manera, se produce en
el movimiento asociativo un proceso de retroalimentación marcado, de una parte,
por la oportunidad de participación que ofrecen las distintas asociaciones a
las personas mayores, y de otra, por la creación de asociaciones concretas de
las mismas. Por esta razón, la posición de las personas mayores en la red
asociativa tiene un marcado carácter diverso que va desde la participación en
múltiples temáticas dentro de grandes asociaciones y de las ONG hasta la
contribución en hogares y clubes de personas jubiladas.
La realidad del movimiento
asociativo actual de las personas mayores es que posee unas cuotas
significativas de participación, que han venido incrementándose en los últimos
años, siendo esta característica la que definirá la tendencia a futuro.
Otra característica de la
participación de las personas mayores en las asociaciones es el cambio que se
está produciendo en la demanda de actividades. Parece que las políticas de
envejecimiento activo tienen su reflejo en esta demanda dado que se ha
producido un cambio significativo en las realizadas por las personas mayores
dentro de las asociaciones a las que pertenecen. De esta manera, se ha dado
paso a una propuesta de actividades, y con ello a un modelo de asociacionismo,
mucho más dinámico y activo que en épocas anteriores.
Por otra parte, el papel de las
asociaciones de personas mayores va más allá de la realización de actividades,
tal como se recoge de las pequeñas y medianas
asociaciones de personas mayores (PYMAs)[1].
Las PYMAs, expresan dificultades en
materia de recursos económicos y materiales, así como en la necesidad de mayor
apoyo y colaboración por parte de las administraciones correspondientes.
También consideran que la sociedad se sigue rigiendo por estereotipo y mitos
que desvalorizan el papel de las personas mayores, lo que implica un grado de
dificultad a la promoción de su movimiento asociativo.
Aún así, las PYMAs se reconocen como
entidades llenas de un gran capital humano, con proyectos sociales relevantes y
con un tiempo disponible puesto al servicio de la comunidad.
[1] «Libro Verde de las PYMASs (Pequeñas
y Medianas Asociaciones ) de
Personas Mayores». Hartu-emanak/Ofecum/IMSERSO,
2007.
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